Golpe de Estado "suave"

AutorTémoris Grecko

Después de celebrar un largo proceso de comicios legislativos -entre noviembre de 2011 y marzo de este año- y una elección presidencial cuya segunda vuelta se llevó a cabo el sábado 16 y el domingo 17, Egipto vivirá el próximo 1 de julio un hecho inédito: los militares presuntamente entregarán el poder a los civiles, instaurando así la legitimidad democrática por primera vez en la historia de este país.

Según el proyecto de transición a la democracia en Egipto, después de que el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) entregue el poder al nuevo presidente, quedará pendiente redactar una nueva Constitución y limpiar las instituciones judiciales, integradas totalmente por jueces nombrados durante el largo periodo del derrocado Hosni Mubarak.

Los Hermanos Musulmanes parecían llamados a encabezar la construcción del nuevo Egipto. Obtuvieron 45% de los escaños parlamentarios y al cierre de esta edición (jueves 21) su candidato, Mohamed Morsi, se perfilaba como ganador de los comicios presidenciales con 52% de los votos.

Los jueces y los generales, sin embargo, guardaban algunos ases bajo la manga. El jueves 14, dos días antes del inicio de la votación, la Corte Constitucional declaró inválido el procedimiento de elección de un tercio del Legislativo.

Y al anochecer del domingo 17, cuando apenas se habían cerrado las urnas, el CS-FA aprovechó esa decisión judicial para imponer la disolución total del Parlamento, así como una Declaración Constitucional Revisada en la que se otorga a sí mismo amplias facultades que le retira al presidente.

Los militares designarán a los encargados de elaborar la Constitución, tendrán poder de veto sobre los artículos que se aprueben, gobernarán los temas de seguridad nacional, conservarán independencia absoluta de toda supervisión civil y -hasta que se apruebe la carta magna en referen-do y se elija un nuevo Parlamento- tendrán facultades legislativas. Además la policía recibirá facultades para detener a personas indefinidamente y sin presentar cargos.

Los analistas calificaron estos movimientos como un "golpe de Estado suave".

Paralelamente la Comisión de Elecciones pospuso la difusión del resultado de los comicios presidenciales. Tanto Morsi como el candidato "independiente" Ahmed Shafik -exprimer ministro de Mubarak e identificado con el antiguo régimen- se declararon ganadores y se acusaron mutuamente de cometer irregularidades durante las votaciones.

Pero un evento extraño desvió la atención de la opinión pública: El martes 19 la agencia oficial de noticias MENA aseguró que Mubarak había muerto "clínicamente". Durante las 24 horas siguientes otras fuentes aseguraron que estaba en coma y otras más sostuvieron que sólo había sufrido un accidente menor en el baño de la cárcel.

El sábado 2 Mubarak fue sentenciado a cadena...

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