Golpe letal a la consulta separatista

AutorAlejandro Gutiérrez

MADRID.- La operación de la Guardia Civil para frenar el referéndum de independencia de Cataluña se llama Anubis, el dios de la muerte del antiguo Egipto. Si bien el instituto armado no explicó la razón de por qué eligió ese nombre, algunos españoles interpretaron que fue para buscar la muerte de la consulta pretendida para el 1 de octubre (1-O).

Pero a la luz de los últimos acontecimientos en Cataluña, una semana antes del plebiscito, es imposible saber si el referéndum alcanzará el paraíso o caerá en el infierno.

En principio, el pasado miércoles 20 el proceso soberanista recibió el golpe más duro, cuando la Guardia Civil realizó 40 cateos en dependencias públicas catalanas, donde detuvo a 16 personas, 14 de ellas funcionarios de alto rango de la Generali-tat (el gobierno catalán), y cuyo papel era clave en la organización del referéndum.

Horas antes, en otra acción, decomisó 9.9 millones de boletas de la consulta recién impresas, que al parecer eran el grueso de las que iban a ser utilizadas en la jornada de votación. Ahí detuvieron a dos responsables de la imprenta.

Lo anterior encendió los ánimos de la gente que se lanzó a las calles. Incluso, se sumaron personas que no comulgan con este referéndum suspendido por el Tribunal Constitucional, pero que quieren decidir sobre el futuro de Cataluña.

Hasta ahora, los independentistas aseguran que 80% de los catalanes quiere participar en un referéndum. El dato incluye a los que apoyan esta consulta, a los que piden una legal y acordada con el Estado español y a los que votarían por no separarse de España.

Las manifestaciones se extendieron en las ciudades catalanas de todos los tamaños y en algunos de sus pueblos. Sin embargo, la concentración de Barcelona fue multitudinaria, rodearon la Consellería de Economía y Hacienda, donde fue detenida la mano derecha del vicepresidente catalán, Oriol Junqueras, así como Josep María Jové y Lluís Salvadó, secretario general de Economía y secretario general de Hacienda, respectivamente.

El juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona los acusa de desobediencia, prevaricación, malversación de caudales públicos y sedición, este último delito es grave y se castiga con hasta 15 años de prisión. Durante horas los manifestantes impidieron la salida de 18 guardias civiles.

Unas 40 mil personas rodearon la Consellería, gritando consignas por la independencia: "¡Votarem (votaremos, en catalán)!" Igualmente paseaban una urna con una leyenda escrita en inglés y que en español decía: "A esto es a lo que le tiene miedo España".

También hubo mensajes institucionales desde La Moncloa y desde el Palacio de la Generalitat, con palabras subidas de tono que auguran una colisión.

Acusaciones mutuas

Desde el salón Gótico del Palacio de la Generalitat, su presidente, Carles Puigde-mont, condenó la actuación del gobierno y de la justicia española. Representa una "suspensión de facto" de la autonomía catalana y la "aplicación de facto de un Estado de excepción", afirmó.

También señaló: "El Govern (gobierno) ha sido objeto hoy de una agresión coordinada por las fuerzas policiales del Ministerio del Interior con el objetivo de impedir que los catalanes se puedan expresar en libertad y en paz el 1-O y para suspender la actividad" de la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR