Golpe al financiamiento militar

AutorFrancisco Marín

VALPARAÍSO, CHILE.- Un millona-rio fraude en los fondos que la industria del cobre destina a las fuerzas armadas se está convirtiendo en la lápida de la ley 13.196 "Reservada del Cobre", la cual ha permitido la entrega de más de 20 mil millones de dólares para la compra de armas y gastos de mantenimiento militar en los últimos 25 años.

De hecho, las tres ramas de las Fuerzas Armadas -Ejército, Marina y Fuerza Aérea-tienen en dichos fondos una fuente sustancial de sus ingresos.

Aunque el desfalco -conocido como Milicogate- comenzó a ser investigado judicialmente en abril de 2014, no fue sino a principios de 2015 cuando trascendió. El Ejército lo reconoció -el 23 de febrero- en un comunicado público: "Como consecuencia del trabajo fiscalizador de los mecanismos de control institucionales, en el mes de abril de 2014 fueron detectadas irregularidades en el pago de facturas a terceros, por concepto de adquisición y contratación de servicios, situación que involucraba a dos integrantes de la institución".

A partir de entonces una serie de investigaciones periodísticas -publicadas fundamentalmente en el medio electrónico The Clinic- mostraron la verdadera dimensión del ilícito.

El reportaje de Mauricio Weibel, "El Pen-tagate de los cuarteles", publicado por The Clinic el 16 de marzo de 2015, reveló que en enero de 2014 el extesorero del Estado Mayor del Ejército, coronel Clovis Montero, se concertó con el cabo y auxiliar contable de la Dirección de Finanzas del Comando de Apoyo a la Fuerza del Ejército (CAF), Juan Carlos Cruz, para realizar una adquisición ficticia de repuestos para vehículos militares que alcanzó un monto de 50 millones 41 mil 80 pesos (100 mil dólares al cambio de aquel entonces).

Esta operación fue justificada con cuatro facturas de la empresa Frasim Ltda, propiedad de Francisco Huincahue -proveedor habitual del Ejército-, pero los repuestos nunca fueron entregados.

Una vez que la operación culminó y los pagos fueron realizados al proveedor, éste le pasó a Montero -dentro de un auto estacionado en el Club Hípico de Santiago- 35 millones de pesos, quedándose con la diferencia por concepto de comisión y pago de IVA. Montero, por su parte, le entregó a Cruz 15 millones, y se quedó con el resto.

"Milicogate"

Felices por el éxito de esta operación, los implicados quisieron continuar el juego. El 18 de marzo Frasim Ltda emitió la factura 013234 por 5 millones 435 mil pesos. En este documento se registra la compra de "frenos, juegos de balatas y ejes palie-res traseros", para el Ejército. Otras cinco facturas fueron emitidas en esos mismos días.

Para conseguir que se autorizara el pago de dichas facturas, Cruz mandó hacer un timbre del Ejército y falsificó en un acta de recepción las firmas del general Héctor Ureta, comandante de la División de Mantenimiento; del coronel Jorge Silva, jefe de Mantenimiento; y del teniente coronel Pedro Ferrer Laguna, jefe de Departamento de Vehículos Motorizados a Ruedas.

El cabo Cruz envió la documentación a Tesorería del Ejército. El coronel Montero apresuró el pago mediante una llamada y el tesorero del Ejército, Samuel Poblete, autorizó el desembolso de 53 millones 41 mil 750 pesos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR