Gilberto Parra/ ¿Auditores sin rostro?
| Autor | Gilberto Parra |
Mi entrega anterior, de nuevo, fue dedicada al asunto de auditoría a las finanzas de la Universidad de Guadalajara. Volver a bordar sobre el mismo tejido, hoy, pone de manifiesto un especial interés de mi parte por dar continuidad y seguimiento a esta línea de análisis. La razón de ello es manifiesta: estoy impulsando con toda decisión que los acuerdos tomados en las Cámaras local y federal de Diputados se cumplan a cabalidad, porque en la UdeG identifico el mayor tesoro que tenemos los jaliscienses; tesoro que pertenece a todos, y por el que celosamente debemos velar para el bien público y de las generaciones que habrán de necesitarlo.
La experiencia demostró que la demanda de auditoría es legítima. Cada voz que en la calle y los medios masivos de información se expresó en esa dirección, a confirma que, excepto para el puñado de opositores a ella, para la inmensa mayoría de jaliscienses está claro que hacer transparente el manejo financiero universitario, no perjudica a la institución, al contrario, la engrandece. Se entiende que la sagrada alma mater jalisciense nada tiene que ocultar, porque como institución se debe a las leyes. Por tanto, ocultar en qué y cómo aplica su dinero no es interés institucional. Puede serlo de quienes manejan las finanzas quienes, con su resistencia a ser auditados, son los primeros en poner en duda que su desempeño esté limpio.
El señalamiento de que la auditoría es ilegal tampoco pudo sostenerse en pie por más tiempo que el que les tomó decirlo. Hoy, con las manos dobladas y depuesta a medias la beligerancia inicial -un poco porque ANUIES no les siguió en esta falaz defensa de la autonomía- las autoridades universitarias han tenido que aceptarla mediante el acuerdo tomado por el Consejo General Universitario.
La auditoría está en marcha, sin embargo, los obstáculos que se le oponen no cesan. Ahí está el intercambio de votos en el Congreso local, dejando libres y en paz a Maribel y al Gobierno del Estado en su cuenta 1997, por un lado, y a la Contaduría Mayor de Hacienda de Jalisco fuera de la tarea que le corresponde. Esta medida, que viola leyes locales y federales, y que tiene responsables en Jalisco y en la Cámara federal de Diputados es materia para seguir adelante en la lucha porque las dos auditorías se hagan, y se hagan bien.
Mucha gente se ha acercado para preguntar cosas que de este asunto le inquietan, lo que mucho tiene de razón, pues no se informa suficientemente al respecto. Nadie -incluido...
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