Gabriela Warkentin / Con los niños sí

AutorGabriela Warkentin

Pero no así.

Tal vez me distraje, pero en el rifirrafe sobre los nuevos libros de texto he escuchado a todos menos a los niños y a las niñas, a los destinatarios de la educación. ¿Se nos habrán olvidado? ¿O no son sujetos de nuestras miradas sino solo vehículos para la construcción de futuros adultos? ¿De adultos futuros?

Deconstruyamos las estridencias recientes. Comienzo por los más gritones y arrogantes, los que acusan compló comunista y los que denuncian resistencias conservadoras. Ambos apocalípticos, fatalistas y no dialogantes. Un poco ridículos, también. Ahí ni para qué buscar las voces de los destinatarios de la educación. Luego están las y los exaltados, con consignas más informadas pero demasiado adjetivo a flor de piel. Que si los libros de la infancia olían bonito, que si la Patria me acompañó, que si ya toca construir un nuevo mundo, que si es momento de revertir inercias. Tampoco escucho ahí a las voces de los destinatarios de la educación. Le siguen, y mi respeto absoluto hacia su vocación de pedagogía pública, quienes con argumentos y conocimiento exponen desde las fallas procedimentales, la violación a la legalidad por parte de los funcionarios del ramo, los múltiples errores en contenidos y lógica curricular de los nuevos libros de texto, hasta la dificultad de implementar un cambio total de paradigma sin el tiempo suficiente para la formación docente y la puesta a prueba de las nuevas estrategias educativas. Y no, tampoco he escuchado ahí las voces de los destinatarios de la educación, será que es de tal magnitud el borlote que no hay oído posible para tantas voces.

Vamos a educar a infancias y a adolescencias, pero no parecen tener voz formal en todo este proceso.

Para un proyecto sonoro sobre futuros preguntamos a niños y niñas de varios lugares cómo se imaginan las escuelas del porvenir. Y proyectan muchas cosas. Salones más grandes y pintados de colores, computadoras con teclados invisibles, "misses que nos respeten", más tiempo libre, ir en patines y patinetas para divertirnos más, los profes serán medio humanos y medio robots, habrá más humo por la contaminación, nos pondrán un chip en la cabeza con los conocimientos necesarios, los maestros nos entenderán, "las escuelas serán geniales porque todas las cosas se van haciendo más geniales con el tiempo". Otros no saben si podrán seguir estudiando y prefieren no imaginar; algunos reconocen que perdieron mucho en los últimos años. "Es...

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