El futuro del pasado

AutorJorge Sánchez Cordero

En este interregno de guerra y de conflagración, las reflexiones de paz sobre Cercano y Medio Oriente se hacen cada vez más frecuentes y necesarias; lo son desde diferentes perspectivas y una de las más sensibles es sin duda la de la preservación de su patrimonio cultural. La zozobra por la conservación de este patrimonio en la región dista mucho de ser un problema actual y tuvo en su inicio motivaciones esencialmente religiosas, que aún se observan en gran medida en esa parte del mundo. Los primeros registros apuntan al último rey neobabilónico Nabódino (556-539 a. C), quien organizó el primer rescate del pasado al realizar exploraciones arqueológicas para reconstruir el templo dedicado al dios Shamash, en la antigua ciudad de Larsa, erigido por el rey Hamurabi. Con esta restauración minuciosa, Nabódino trató de asociar su imagen a la grandeza de Hamurabi.

Siglos más tarde, en el inicio de la arqueología bíblica, Fluvia Iu-lia Elena, Santa Elena (Drépano hacia 250-Roma 329 d.c), venerada en las religiones ortodoxa y católica, emperatriz romana y madre del emperador Constantino, organizó las primeras exploraciones de los sitios bíblicos, singularmente en donde tuvieron lugar la Natividad y la Crucifixión. La consecuencia fue clara: la emergencia de la cultura católica de los vestigios sacros. En esa forma apareció parte de la verdadera cruz, fragmentos de la corona de espinas de Cristo y ornamentos de personalidades bíblicas, entre otros muchos. Santa Elena se convirtió en la santa patrona de los arqueólogos.

El escenario

A la caída del Imperio Otomano después de la Primera Guerra Mundial, los países árabes de la región transitaron del vasallaje otomano (Siria, Líbano, Jordania, Palestina e Irak) al control francés o británico, a través de la figura del mandato por parte de la Sociedad de Naciones, con fuertes connotaciones coloniales, lo que resultó fundamental en la formación de la memoria colectiva en el Cercano y Medio Oriente. Las prospecciones arqueológicas fueron una consecuencia natural.

Es clara la diferencia entre los países con tradición colonial y los que tienen un pasado imperial (Turquía e Irán). En las ediciones 1842 y 1846 de Proceso ya se analizaron las catástrofes culturales de Irak y de Afganistán. Es el caso ahora de trazar el balance y destacar la trascendencia del legado cultural, expuesto como nunca a la amenaza de conflagraciones.

Del pasado colonial...

En Siria, concomitantemente a sus trabajos arqueológicos, los franceses Paul Perdrizet y Henri Seyrig lograron organizar un servicio civil de antigüedades, a cargo de éste último, que precede en mucho a los europeos. La creación de museos en ese país fue correlativa a la exploración de sitios y nuevos descubrimientos, como los del Palacio...

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