Frontera Invisible/ Dice Helms que va a Méxicoen son de paz

AutorSergio Muñoz Bata

La visita del Senador Jesse Helms a México la próxima semana pondrá a prueba la madurez y la tolerancia de los mexicanos, y vaticino que la reacción podría dividirse en tres tipos:

La de aquellos que insistirán en revisar el pasado para satanizar al poderoso presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense; la de los tolerantes que haciendo a un lado la desconfianza natural que les inspira el personaje estarán dispuestos a oírlo pensando que ha llegado el momento de ver al futuro más que al pasado; la de los indiferentes, es decir, la inmensa mayoría de los mexicanos que no saben quién es Helms, no les importa y no se enterarán de la visita del controvertido senador estadounidense.

La visita del Senador Jesse Helms a México la próxima semana pondrá

a prueba la madurez y la tolerancia de los mexicanos y vaticino que la reacción podría dividirse en tres tipos: la de aquellos que insistirán en revisar el pasado para satanizar al poderoso presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense; la de los tolerantes, que haciendo a un lado la desconfianza natural que les inspira el personaje estarán dispuestos a oírlo pensando que ha llegado el momento de ver al futuro más que al pasado; la de los indiferentes, es decir, la inmensa mayoría de los mexicanos que no saben quién es Helms, no les importa y no se enterarán de la visita del controvertido senador estadounidense.

En cualquier caso, es evidente que en el imaginario mexicano hay dos estadounidenses vivos que ocupan sitios excepcionales, Pete Wilson y Jesse Helms. Wilson, el ex Gobernador californiano es detestado por sus políticas antimexicanas. Especialmente por su apoyo a la infame Proposición 187 en la elección de 1994. La rehabilitación

de su imagen en México ahora parecería imposible e impensable, sobre todo porque Wilson es un hombre acabado políticamente.

Este no es el caso con Helms. El octogenario y enfermo Senador por Carolina del Norte va a México, entre otras razones, porque quiere mostrarle a sus detractores y a los votantes de su estado que sigue activo y lúcido. En los corredores del poder se dice que otro de los motivos de su viaje pudiera ser su deseo de enmendar su historial y dejar establecido un legado en favor de la democracia. El dice que va a México porque quiere mostrar su apoyo y admiración al Presidente mexicano Vicente Fox.

En México, por regla general, se sabe menos de Helms que de Wilson. Se sabe sí que promovió una ley...

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