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Fricasé / ¡Por farsante!

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Vincent
AutorEl Abogado del Pueblo

El próximo a ser ex presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, se va por FARSANTE, no por culpa de los medios, ni de nadie más.

Que sirva su salida de escarmiento a propios y extraños en la vida pública que predican una cosa, pero practican otra muy distinta, y que para darle "credibilidad" a su falsa prédica escenifican montajes hollywoodescos para beneficio de los mismos medios a los que luego culpan cuando se les cae la máscara.

Recordarán ustedes aquellas patéticas imágenes que recorrieron el mundo de Wolfowitz en una visita a un mezquita en Turquía, sin zapatos, ¡con los calcetines agujerados!

¡Pobre presidente del Banco Mundial, es tan humilde que ni para un par de calcetines nuevos le alcanza!

¡Pamplinas!, tras bambalinas, con dinero de las naciones socias del Banco Mundial, Wolfowitz le repartía lana a granel a su novia (bastante "federal", por cierto) que trabajaba con él violando toda propiedad.

No hubiese sido tanto el escándalo a no ser porque Wolfowitz, nombrado por el Presidente George W. Bush como premio a su labor preparando la invasión de Iraq (ya han visto ustedes qué brillante resultó esa idea), fincó su gestión al frente del Banco Mundial en una campaña dirigida hacia el Tercer Mundo de "buena gobernancia" y una lucha "anticorrupción".

Mientras, hacia dentro, instauró Wolfowitz una dictadura de terror en la que le cedía las principales obligaciones a simpatizantes y correligionarios relegando a los funcionarios de carrera del propio Banco.

¡Si no hubiese nacido gringo, Wolfowitz hubiera sido un gran político mexicano!

Tanto la investigación interna del órgano de Gobierno del Banco Mundial, como los testimonios de los empleados del Banco, determinaron que la gestión de Wolfowitz al frente de este organismo (cuya labor es apoyar a las naciones financieramente emproblemadas, pero que ejerce a cambio un TUTELAJE externo en las finanzas de éstas) era ya insostenible.

Ni siquiera el obcecado apoyo del Presidente Bush lo salvó y en unos días tendrá que irse a las regaderas con todo y su bien pagada novia.

En entrevista a la BBC, el cínico funcionario favorito de Bush tuvo la temeridad de declarar lo siguiente: "Creo que mi renuncia dice más...

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