La formación de los precios y la reproducción

AutorSalvador Ferrer Ramírez
Páginas219-236

Page 219

Antecedentes
Excedente y reproducción: los fisiócratas

La obra de F. Quesnay y sus discípulos marca el inicio de la economía como disciplina. Mediante el proceso de abstracción, fueron los primeros en darse cuenta de la existencia de leyes generales que rigen el comportamiento de los fenómenos económicos. A los fisiócratas corresponde el mérito de haber situado el problema concerniente al origen de la riqueza social en la esfera de la producción material, en lugar de situarlo, como hasta entonces se había hecho, en la esfera de la circulación. Con ello sentaron las bases del análisis de la producción capitalista en su conjunto.1

Los fisiócratas dieron inicio al análisis del capital fijo y del capital circulante mediante su doctrina de los anticipos iniciales y anuales, y fueron los primeros en intentar analizar las leyes de la reproducción y de la distribución del producto social.

Según F. Quesnay2 —principal representante de los fisiócratas—, la socie-Page 220dad se divide en tres clases sociales: la primera, la productiva, constituida por arrendatarios y trabajadores agrícolas (se le llama productiva porque, según aquéllos, su trabajo crea el excedente: la renta). La segunda, la clase que se apropia del excedente, comprende a los propietarios de la tierra y sus dependientes. La tercera es la clase artesano-industrial o estéril, así llamada porque su participación no agrega ningún valor en el proceso productivo. El tableau économique3 es un esquema creado por los fisiócratas que se propone visualizar cómo circula la riqueza entre las tres clases y cómo se crean las condiciones para la reproducción del producto anual de un país. En él se describe una economía cerrada y estacionaria; esto es, una en la que no existe el comercio exterior y los ahorros son iguales a las necesidades de reemplazo de capital.

Asimismo, se supone que existe propiedad privada de la tierra. Los propietarios reciben una renta de los agricultores que se proporcionan su propio capital y emplean la cantidad de mano de obra asalariada que requieren. El análisis destaca al sector agrícola de la economía, porque según los fisiócratas es el creador del excedente. No se analiza el sector estéril de la economía ni sus empresas individuales y organizaciones financieras.

Entonces, para dar seguimiento a los intercambios que se dan entre las diferentes clases es necesario observar el curso que siguen los adelantos. Los fisiócratas distinguen tres tipos de adelantos: los adelantos raíces, que consisten en los trabajos y los gastos necesarios para preparar el suelo para un cultivo bueno y fuerte; los adelantos primitivos, que corresponden a los gastos de inversión durable, que no se renuevan cada año, y los adelantos anuales, que es necesario reponer cada año para permitir la reproducción (semillas, sustento de trabajadores).

Estos adelantos, indispensables para la producción, deben estar siempre disponibles si se quiere asegurar la reproducción del producto neto; por lo que es conveniente efectuar retenciones sobre los ingresos de la venta de los productos, es decir, descontar la cantidad necesaria de valor para la reproducción de los adelantos. Por lo tanto, la reproducción de la estructura social misma se subordina al buen desarrollo de los intercambios y la producción, de forma tal que el tableau économique expresa las condiciones de funcionamiento y de reproducción del conjunto de la sociedad.

Esta idea de reproducción del sistema es la que señala J. Cartelier cuando dice: “El tableau économique, lo hemos visto, expresa una situación ideal en la que la reproducción está asegurada. En los términos del esquema de circulación, la reproducción exige que los adelantos anuales de la clase productiva se reconstituyan, de tal suerte que puedan servir para abrir el circuito del periodo siguiente”.4

Page 221

Como podrá verse, la idea que plantean los fisiócratas es, efectivamente, una situación ideal en la que queda garantizada la reproducción. No se analiza qué pasa cuando estas condiciones no se presentan. Este aspecto será abordado tanto por R. Torrens como por Carlos Marx.

Este análisis, realizado en la segunda mitad del siglo XVIII, no deja de sorprendernos hoy en día; en él se estudia la sociedad a través de las clases sociales, la forma en que crea y circula el excedente, y todo esto en un proceso de interdependencia general de los sectores. El trabajo de los fisiócratas, según J. A. Schumpeter, pasó inadvertido para A. Smith, y señala que quien reconoce la importancia de su contribución es Carlos Marx: “es casi seguro que Smith no ha comprendido plenamente la importancia del tableau économique, y no cabe duda de que evitaba con ansia adherirse a nada que pareciera un tanto original. El primer economista de primera fila que ha reconocido a Quesnay la importancia debida ha sido Karl Marx”.5 No es casual que Marx se apoye en el trabajo de los fisiócratas para desarrollar su investigación acerca de los esquemas de reproducción.

Finalmente, en el interior de esta construcción de los fisiócratas existe un problema no resuelto: la naturaleza y la distribución del excedente. En el sistema fisiocrático se establece que éste se debe exclusivamente a la actividad del sector agrícola. Esta afirmación es un postulado y no un resultado de los plan- teamientos económicos de los fisiócratas. Aquí nos encontramos ante una deter- minación circular de la naturaleza del excedente: es renta de la tierra de una cierta magnitud porque de ella se han apropiado los terratenientes. La naturaleza del excedente no está dada con anterioridad a su distribución sino por la modalidad de esta última. Este problema es inherente a la economía política y aparecerá posteriormente en los trabajos de David Ricardo y Carlos Marx.

El concepto de demanda efectiva: Ricardo Torrens

En la obra de Ricardo Torrens6 se desarrolla una concepción original de la demanda efectiva a partir de la cual el autor deduce las condiciones de la sobreproducción general. Antes de discutir cómo surge la sobreproducción, se hará una exposición de la concepción de la sociedad capitalista de Torrens.

La sociedad capitalista es la forma social donde la división del trabajo se desarrolla y la propiedad privada sobre los medios de producción se generaliza. El intercambio también se ha generalizado porque es indispensable para la reproducción de las diferentes clases (capitalistas y asalariados). La acumula-Page 222ción del capital es necesaria para la reproducción de la sociedad: “la acumulación del capital es la razón de ser de la clase de los capitalistas”.7 Los capitalistas participan en el intercambio para acumular gracias a la adquisición de cantidades cada vez más grandes de los ingredientes de capital.

Torrens describe la representación del capitalismo como sistema productivo de mercancías fundamentales. Por la división del trabajo, la economía se constituye de un conjunto de ramas que producen mercancías destinadas a ser utilizadas como medios de producción por otras industrias. Esta interdependencia crea el mercado: cada rama debe recurrir a las otras para adquirir y vender los ingredientes de capital. La originalidad de este planteamiento consiste en abordar el mercado en el seno mismo de la producción.

La oferta es la cantidad de mercancías llevadas al mercado y susceptibles de ser vendidas a las tasas de ganancia acostumbradas. La demanda proviene de las diversas ramas; los capitalistas utilizan las ganancias para adquirir elementos del capital, los cuales son mercancías destinadas únicamente a la producción (Torrens excluye la demanda final). En particular, los bienes de lujo no están en el origen de la demanda efectiva: su oferta no induce al crecimiento de la demanda puesto que no se los utiliza como medios de producción.

El salario es concebido como la cantidad de bienes de subsistencia para el mantenimiento del trabajador y su familia. En condiciones históricas y sociales definidas, constituye un dato para la economía. La oferta de trabajo constituye una demanda efectiva cuando el trabajo y el capital permiten la producción de mercancías sobre la base de un excedente realizado con las tasas de ganancia acostumbradas.

El sistema capitalista se caracteriza por una tendencia a la acumulación de capital. El crecimiento de la producción es importante para él, ya que la productividad del trabajo mejora conjuntamente con el empleo de cantidades acrecentadas de capital y, de hecho, la economía capitalista tiende a la producción ilimitada de mercancías. La división del trabajo y la necesidad de intercambiar mercancías fundamentales implican que todo crecimiento de la producción engendra el de la demanda.

El crecimiento de una rama exige el de las demás, puesto que son las otras industrias las que proveen las salidas y entradas necesarias. La demanda es la expresión de esta interdependencia. Sin embargo, cada capitalista no conoce más que las condiciones de producción de su propia mercancía y no las que prevalecen en las otras industrias: la demanda efectiva no puede ser anticipada. Aunque el mercado permite la producción ilimitada de mercancías, la demanda es incierta y la venta con ganancias, limitada. Es la división del trabajo la que está en el origen de la complejidad del sistema. Todo cambio en el sistemaPage 223productivo es un elemento suplementario de perturbación que puede desencadenar la crisis de la economía en su conjunto.

El origen de la sobreproducción se encuentra en los capitalistas, que incrementan la producción sobre la base de una anticipación errónea de la demanda y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR