El "fiscal sicario"

AutorPatricia Dávila

COMPOSTELA, NAY.- La Peñita de Jal-temba es uno de los ejidos más ricos de Nayarit: sólo en 2012 generó utilidades de entre 40 y 50 millones de pesos. Su padrón es de 565 ejidatarios, quienes luego de 20 años de ser representados por personas sin escrúpulos decidieron hacer un cambio democrático en su mesa directiva.

"En noviembre de ese año mis compañeros ejidatarios me pidieron ayuda porque el excomisariado Francisco Zúñiga se robó el fondo de las empresas del ejido: gasolineras, locales comerciales, tiendas y bodegas. La nueva mesa directiva determinó practicar una auditoría y el resultado fue que se habían tenido ganancias de entre 40 y 50 millones de pesos", cuenta a Proceso el ingeniero Adrián Vi-llanueva Salgado.

"Acudimos con el fiscal general del estado, Édgar Veytia", continúa, "para que conociera a los nuevos integrantes de la mesa directiva y el comité de glosa encargado de la auditoría informara del fraude detectado".

El fiscal les prometió apoyo, se comunicó telefónicamente con el gobernador Roberto Sandoval Castañeda y lo puso en el altavoz. Los ejidatarios escucharon a Veytia decir que iban a auditar al expresidente del comisariado, Francisco Zúñiga, y el gobernador les aseguró que no permitiría ese robo.

El fiscal agregó que 24 horas después de interpuesta la denuncia, el defraudador estaría en la cárcel. La investigación comenzó, pero el pasado 26 de febrero los denunciantes recibieron las primeras amenazas de muerte de sicarios contratados por Zúñiga: "Les dije a los compañeros que esto era para amedrentarnos. Decidimos continuar. Al mes siguiente el compañero Regino Cruz y su tío Ruperto fueron atacados en su propia casa, destruyeron su camioneta y les advirtieron que si no parábamos, nos matarían junto con nuestros hijos", recuerda Villanueva.

Los integrantes del comité de glosa acudieron con Veytia para denunciar a Mario Muletas El Chueco -quien controla a La Maña (como llaman allá a la delincuencia organizada) en el municipio de Com-postela- y a Maximiliano Rojas o Ávalos -cabeza principal del crimen organizado en el estado- como los enviados por Zúñiga, a quien el gobernador promueve para ocupar la alcaldía de Compostela. El fiscal aparentemente movilizó a la policía y ha-cia las 18:00 horas llamó a los ejidatarios. Les dijo que ya tenía detenidos a los delincuentes. Los quejosos los reconocieron.

Cuando salían de la Fiscalía General del estado, recuerda Villanueva, Veytia "me llamó para decirme que me había nombrado a un asesor, de apellido Blancas".

"En abril me encontraba en Tepic, en mi oficina, cuando (Blancas) me llamó y me pidió ir al ejido. Me citó en un restaurante frente al centro botanero Los Potros, lugar de reunión de La Maña. Al llegar vi a Blancas con una banda de sicarios. Me dijo: 'Tengo órdenes de Zúñiga de que detengas la auditoría. Llevas dos mensajes, éste es el tercero. A tus hijos, tu esposa y a ti se los va a cargar Pancho Villa... piénsale, porque con esos indios ignorantes, huarachudos y pendejos no vas a ganar nada'."

El 5 de mayo hubo otra asamblea ejidal en la cual se acordó denunciar las amenazas. "Al término, como a las dos o tres de la tarde, llamaron al compañero Regino Cruz y le dijeron: 'Junta al ingeniero y a tu bola de pendejos porque ahora sí se les terminó el tiempo'.

"Hablé con Blancas y le reclamé por esta nueva amenaza. Me citó pero le dije que...

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