Una fiscal sentenciada a muerte

AutorRafael Croda

MEDELLÍN, COLOMBIA.- La fiscal en jefe de esta ciudad, Claudia Carrasquilla, no sólo tiene 10 escoltas, tres camionetas blindadas y un contingente de policías para protegerla las 24 horas, también está entrenada para utilizar, como una tiradora profesional, su arma institucional: una pistola Jericho Baby nueve milímetros, de fabricación israelí, que, por si acaso, pone debajo de su almohada antes de dormirse.

Esta abogada de 50 años tiene muy buenas razones para tomar todas las precauciones: es objetivo militar de las más poderosas organizaciones criminales de Medellín. El problema para las autoridades que intentan desarticular el plan para asesinar a la fiscal es que, en esa confabulación, no participa una sola banda criminal. Son varias las que quieren matarla.

Las investigaciones de Carrasquilla han golpeado tanto a la Oficina de Envigado como al Clan del Golfo y a las pandillas satélite de estas dos estructuras mafiosas que dominan Medellín y que están relacionadas con los cárteles internacionales de las drogas, en especial los mexicanos.

En febrero pasado, en un allanamiento a una casa en la zona metropolitana de Medellín en la que fue capturado Julio César Salazar Arboleda, Pantera, la policía encontró un escrito en el que se mencionaba una colecta que estaban realizando 26 bandas criminales de la ciudad para asesinar a la fiscal.

Pantera, un delincuente con larga trayectoria criminal en el Clan del Golfo, confesó que ya se habían recaudado unos 65 mil dólares para ejecutar el plan.

"Tenían granadas y fusiles para matarme", dice Carrasquilla a Proceso.

Según Pantera, el atentado contra la fiscal se planificó "porque ella está encima de las organizaciones (delictivas) y está haciendo muchas capturas, entonces había que pararla".

Carrasquilla señala que varios fiscales y agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) a su mando han avanzado en la identificación de "varios cabecillas" de "combos" (pandillas) de Medellín que aportaron dinero para asesinarla.

"Vamos a hacer varias capturas", adelanta la directora de la Fiscalía en Medellín.

Al descubrirse el complot, el esquema de seguridad de la fiscal fue reforzado a tal grado, que hoy está más protegida que el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, un político que ha hecho de la lucha contra el crimen su principal acción de gobierno.

Pero las investigaciones de la fiscal han tocado incluso las puertas del alcalde. El pasado 4 de julio, Carrasquilla giró una orden de aprehensión contra el secretario de Seguridad de Medellín, Gustavo Villegas, un funcionario muy cercano a Gutiérrez, por sus presuntas relaciones con ca-pos de la Oficina de Envigado.

Villegas se entregó en la sede de la Fiscalía, donde Carrasquilla lo notificó de cargos por "concierto para delinquir agravado".

De Pablo Escobar a "Otoniel"

Claudia...

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