Fines pervertidos

AutorAxel Didriksson

En contraste con lo que ocurre en México, estos años han sido aprovechados plenamente por otros países que, a pesar de sus muy diversos niveles de desarrollo, sí han alcanzado a impulsar transformaciones y mejoras en sus sistemas educativos, como Armenia, Inglaterra, Ghana, Jordania, India, Brasil, Singapur, Eslovenia, Corea del Sur, Finlandia, Sudáfrica y Estados Unidos, entre otros. (Ver al respecto, por ejemplo, Michael Barber and Mona Mourshed. How the World's Best Performing School Systems come out on top. McKinsey and Company, USA, 2007). De acuerdo con los estudios que se conocen, las mejoras en el desempeño educativo en estos y países, y aun en ciudades como Shan-gai o Hong Kong, se han alcanzado en lapsos de menos de seis años.

En todos los casos mencionados destaca como elemento clave para alcanzar un verdadero proceso de cambio la articulación de distintos esfuerzos combinados a favor de la elevación de la calidad de los aprendizajes de los estudiantes, de la realización de modificaciones en la estructura y organización de las escuelas, así como de los procesos -sobre todo los referidos a contenidos, métodos y lenguajes del currículo- y del papel que tienen los profesores en la interactividad con sus directores y sus estudiantes.

El papel del profesor es determinante en todas las experiencias internacionales que se conocen, y para ello la evaluación de su desempeño se relaciona con mejoras en la gestión escolar de parte de los directivos, con los cambios que pueden constatarse en sus estudiantes y con sus relaciones de pares en cuerpos colegiados. Las experiencias muestran que evaluar de manera aislada al profesor es una práctica que ofrece, por ende, sólo resultados parciales. Asimismo, dejan ver que hay una gran variedad de formas de evaluación de los profesores, pero que todas hacen referencia al qué y no al cómo.

Los estudios también destacan el papel crucial que juega el liderazgo nacional en el impulso de los cambios que se dan. Para México este ha sido un verdadero problema, dado que no se ha contado con secretarios dignos de ser considerados líderes culturales o educativos. El recién designado titular de la SEP está llegando al cargo como un premio de consolación, pero no por su experiencia ni por su voluntad demostrada para emprender y consumar reformas educativas sustanciales.

En el caso de México, importantes estudios confirman la carencia de estos elementos en las políticas públicas y en la realidad del sistema (por...

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