Felipe Díaz Garza/ Los caciques con sus burros

AutorFelipe Díaz Garza

El caso de Tabasco es un buen mensaje a los Gobernadores para que saquen las manos de los procesos electorales, dice el perredista Armando de la Mora Morfín, Diputado local colimense. De la Mora también afirma que el Presidente Fox ha hecho bien en no meter las manos al conflicto que se ha generado en Tabasco, del que los Gobernadores, entre los que el parlante Diputado incluye al suyo, el de Colima, deben aprender a "no ser cochinos en los procesos electorales". De la Mora tiene razón, mas se queda corto, pues lo de Tabasco tiene mensajes para todos los mexicanos, incluido el Presidente de todos los mexicanos, cuya "no intervención" podría deberse, más que a respeto por las autonomías estatales, a complacencia ante la continuación del proceso de deterioro del PRI que el llamado caso Tabasco ha acelerado, quizás así buscado por el autor del guión, el ladino e inteligente ex Gobernador Roberto Madrazo.

Los priístas, sostenidos como tales en el poder, a pesar de que las elecciones de octubre fueron declaradas nulas y, por lo tanto, no se puede hablar de que las hubiera ganado el tricolor, se sacan los ojos unos a otros en medio de besos y abrazos cortesanos a los dos Gobernadores priístas interinos, designados, uno por la Legislatura anterior, aplanadoramente tricolor, y el segundo por la fracción perredista de la Legislatura actual, mas no por ello más legítimo ni más ilegal. Pero el énfasis priísta en la nominación perredista del segundo interino hace creíble la tesis de que se busca dar al PRI la piadosa estocada final, que el partido del sol azteca no le pudo dar al ex partidazo de la Revolución con un priísta tránsfuga como candidato, el hotelero Raúl Ojeda.

Como un detalle folklórico con sabor a oreja de mico, resulta que entre los besos y abrazos a ambos Gobernadores interinos, se cuentan los de Manuel Andrade, quien, por si a usted se le olvidó, es el Gobernador supuestamente electo por los chocos tabasqueños el 15 de octubre del año pasado. Andrade ganó por una diferencia mínima, sí, pero avalada por las instancias locales correspondientes, aunque finalmente, como ya sabemos todos, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación declaró nula la elección. Mas el Gobernador electo no se acongojó y, quitándose de su caída cabeza la efímera corona que la fortuna le puso primero y le arrebató después, se apresuró a felicitar y avalar a sus dos interinos, que en realidad no lo son suyos, sino de Roberto Madrazo. Bueno, todo en...

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