La eterna historia del Gordo y el Flaco

AutorJuan Manuel Aurrecoechea
CargoInvestigador del Instituto de Estudios para el Desarrollo Rural "Maya" A. C.
Páginas233-262

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Esta mínima antología de la caricatura mexicana publicada entre febrero de 1989 y enero de 1994 alude a las pasionales relaciones entre competencia y solidaridad. Los cartones aparecen en riguroso orden cronológico porque al barajar las posibles lógicas de presentación resultó que atendiendo a su fecha de aparición algo se contaba, algo se leía mirándolas una tras otra. Esta reveladora historia, pletórica de símbolos, comienza sobre el signo del dólar, cuando Naranjo da cuenta de la Nueva Relación entre el eterno Gordo y el eterno Flaco, y termina con Bogotá enfrentando a nuestros personajes en la inquietante confrontación de siglas de Entrando el año, momento en el que se anuncia una nueva historia y una nueva relación.

Al mirar estos cartones advertimos que Naranjo, El Fisgón, Marino, Castre, Nicolás, Alberto Issac, Eduardo Gómez, Helioflores, Luis Xavier, Aarón, Oswaldo Sagastegui, Alán, Yo, Ahumada, De la Torre, Helguera, Vázquez Lira, Palomo, Luy, La Gotta, Átalo, Bogotá y tantos otros caricaturistas, que no aparecen en esta antología por la injusticia esencial que implica toda antología, han fungido como ángeles de la guarda en estos oscuros tiempos de liberalismo social.

Y es que la caricatura es ángel de la guarda porque cuando acierta es chispazo feliz que encuera el fondo de los hechos: porque devela el misterio que de otra manera tratan dePage 234 desentrañar columnas periodísticas, editoriales, artículos, declaraciones, reclamos y cartas a la redacción; porque es algo así como exprimir limón agrio en las heridas del inconsciente colectivo; porque por reducción a lo esencial revela significados profundos. Los premonitorios suplicantes que piden "tele para ver los comerciales de Solidaridad" en el Chiapas de Helioflores son ejemplo claro de que la caricatura fue ángel de la guarda que nos cuidaba de la cómoda tentación de acostumbrarnos a que el Gordo siempre aplaste al Flaco, el que toma prestada la pluma de El Fisgón para advertirnos de los mareos de despegue económico mientras seguimos Volando Bajo.

Aunque casi siempre aparece como el inmenso y distinguido caballero encorbatado de sombrero de copa, el Gordo encarna diversos personajes en esta historia: es el gigante barrendero del Ejido de...

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