El espinoso caso Monreal

AutorJesús Cantú

Por ello no es ninguna sorpresa lo que sucede ahora en Morena con Ricardo Monreal, para quien la única alternativa para que no hubiera una ruptura hubiera sido que lo hicieran candidato a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Él no aceptaría ninguna otra cosa.

En realidad Monreal iba a ser un problema para Morena en cualquier caso: si obtenía la candidatura, porque sería un blanco ideal -por sus antecedentes- para los otros contendientes; si además ganaba la elección, porque incluso antes de asumir el cargo ya estaría iniciando su campaña para la sucesión presidencial de 2024; y si, como sucedió, no era candidato, la ruptura era segura.

Monreal ha vivido del presupuesto 32 años ininterrumpidos, brincando de un puesto de elección popular a otro. En 1985 se inició como primer regidor y secretario del ayuntamiento de Fresnillo, Zacatecas, en la planilla postulada por el PRI, partido en el que militó hasta 1998.

Después ha sido tres veces diputado federal por diferentes partidos (PRI, PRD y Movimiento Ciudadano); dos veces senador también por diferentes siglas (PRI y PT); gobernador de Zacatecas (1998-2004) y jefe delegacional en Cuauhtémoc (desde 2015).

Su actuación política ha estado colmada de escándalos.

En 1998 el entonces presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Mariano Palacios Alcocer, decidió no postularlo como candidato a la gubernatura de Zacatecas por supuestos nexos de su familia con el crimen organizado. Monreal no aceptó la decisión y por invitación de Andrés Manuel López Obrador, entonces presidente nacional del PRD, decidió aceptar la candidatura de dicho partido y convertirse en el primer gobernador perredista, pues la única entidad que gobernaba el sol azteca desde 1997 era el entonces Distrito Federal.

En abril de 2009 el gobierno de Zacatecas decomisó más de 14 toneladas de mariguana de una bodega propiedad de uno de sus hermanos, Cándido, y nuevamente se habló de los vínculos de su familia con el crimen organizado.

Pero particularmente a partir de que asumió como jefe delegacional en Cuauhtémoc se ha visto involucrado en diversos incidentes.

Primero, las amenazas de muerte en contra suya, mediante carteles en diversos puntos de la demarcación, acusándolo de ser demasiado exigente con la burocracia de la misma y por su relación con el comercio ambulante; pocos días después, porque dejaron en su oficina un sobre con 1 millón y medio de pesos en efectivo, con el único mensaje de que después lo visitarían...

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