Tanto por Escuchar.../ Breves
| Autor | Gerardo Kleinburg |
El Mozart ideal
Como pocos términos en el argot musical, el adjetivo "mozartiano" es uno de los más manoseados y difíciles de precisar. Algunos, los menos entendidos en estas lides, suelen asociar el epíteto con una reduccionista y bastante torpe idea de "sencillez", "ingenuidad" y "clasicismo aséptico, inodoro e inoloro". Otros se arrojan al otro extremo, y buscan darle vueltas y vueltas al tornillo con conceptos numerológicos mozartianos, o con extrapolaciones musicales de rasgos biográficos del compositor austriaco tales como la escatología y la disolución sexual.
Si usted quiere de verdad entender lo que, a juicio del que esto escribe, quiere decir "mozartiano" bien podría escuchar la grabación que el enorme y entrañable Sandor Végh hiciera de las dos últimas sinfonías de Mozart con su espectacular Camerata Académica Mozarteum de Salzburgo. El disco, grabado en 1996 (es decir en las postrimerías de este legendario y longevísimo violinista, pedagogo y director húngaro), le causará sin lugar a dudas una fuerte impresión. En primer lugar, porque no parecerá encontrar en primera instancia algo particular, sui generis o extrovertido en las interpretaciones. En segundo término, porque percibirá una intensidad, una fuerza motriz y un pulso emotivo que jamás ha escuchado en esta música. Y, en tercero, porque podrá usted atestiguar algo que casi nunca se da: la relación devota y filial que un grupo de eminentes estudiantes de posgrado de diversas nacionalidades (todos alumnos de Végh en el célebre conservatorio salzburgués) mantiene con su maestro; la complicidad y empatía musicales llevadas al extremo; el júbilo por hacer música entre un entusiasta y juvenil octagenario y sus madurísimos y eufóricos muchachos.
El Duke de Ellington
Dentro del cúmulo de celebraciones y conmemoraciones ellingtonianas de este año (varias de ellas comentadas en este espacio) que músicos de aquí y allá, del mundo clásico, pop y jazzístico, han hecho, bien vale rescatar ésta que simple y llanamente recoge grabaciones memorables del propio Ellington y su banda. Parte de "Essential Masters of Jazz", una espléndida y amplia colección de jazz peina con gusto y tino la lista extrema de genios del jazz, estupendamente reproducida en términos sonoros, muy bien presentada, y acompañada de notas cortas pero a cual más esclarecedoras, el volumen dedicado a Ellington es una delicia de principio a fin. Más allá de las virtudes de todos sabidas, la compilación realizada en esta...
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