El enigma del soldado-normalista desaparecido

AutorEzequiel Flores Contreras

Y aunque se reservó el nombre del militar y clasificó la información como "confidencial", en reuniones con autoridades civiles y policiacas guerrerenses la institución admitió que en realidad son dos los militares desparecidos que estaban matriculados en la normal.

Hasta ahora sólo se conocían los movimientos que efectivos del 27 Batallón de Infantería efectuaron esa noche en las instalaciones de la Policía Preventiva Municipal de Iguala y en una clínica médica privada local para identificar a los normalistas. El interés de los militares, que estaban al mando del capitán José Martínez Crespo, era conocer el "nombre verdadero" de los estudiantes y asegurarles sus celulares.

El 13 de abril pasado, Proceso envió a la Sedeña una solicitud de información para saber si entre los normalistas desaparecidos había algún soldado en activo. El miércoles 10, la secretaría respondió por escrito:

"Se hace de su conocimiento que se localizó a una persona que corresponde al nombre de uno de los 42 estudiantes desaparecidos de la escuela rural Isidro Burgos que refiere en su solicitud; sin embargo, el nombre se encuentra clasificado como confidencial por tratarse de datos personales", decía el oficio 2433, firmado por el subjefe administrativo y de logística del Estado Mayor de la Sedeña, general David Córdova Campos.

Para justificar su decisión, añade: "La información podría ser utilizada por grupos desafectos a las Fuerzas Armadas, incluyendo la delincuencia organizada, poniendo en peligro la vida, la seguridad y salud de la familia del militar desaparecido".

El caso López Patolzin

El miércoles 17, la agencia Apro informó sobre este asunto que hasta el viernes 19 no había sido abordado por el gobierno de Enrique Peña Nieto, pese a que desde octubre funcionarios federales y estatales tenían conocimiento de que al menos dos soldados en activo formaban parte del grupo de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala.

Una fuente oficial consultada por el corresponsal refiere que en una reunión privada en Acapulco un alto mando del Ejército soltó: "dos de los 43 desaparecidos son nuestros".

En enero, durante una protesta realizada por padres de algunos de los normalistas frente a la sede del 27 Batallón de Infantería en Iguala, esa versión cobró fuerza cuando el señor Rafael López Cata-rino, padre de Julio César López Patolzin, uno de los desaparecidos, declaró que el sistema de localización satelital (GPS) del celular de su hijo detectó que había estado en esas...

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