Educación para los Derechos Humanos
Autor | José Bonifacio Barba |
Páginas | 105-107 |
DIGNITAS 05
En la educación los pueblos encuentran
su pervivencia, pues el proceso educa-
tivo se cimienta en el
ethos
, es decir, en
las costumbres éticas y morales que van
dando forma al tejido social a través de
la herencia cultural e histórica.
La enseñanza enaltece las virtudes del
hombre, no obstante, parece que hoy
por descuido (o desinterés) el Estado y
las instituciones educativas han olvidado
que la formación no implica desper-
tar en el educando un sentimiento de
competencia con sus semejantes, an-
tes bien, es en la educación donde el
hombre aprende a relacionarse con sus
semejantes y colaborar con ellos en la
construcción de su entorno social.
Por ello, la educación debe funcionar
como la lámpara que alumbre al hom-
bre en su camino hacia la búsqueda del
bien no material sino espiritual, porque
el conocimiento ante todo debe funcio-
nar como alimento del alma.
En este sentido, la educación no sólo
es un mecanismo más de incursión al
mercado, sin embargo, el sistema eco-
nómico-social lo ha limitado a ser un
producto más al cual sólo se puede ac-
ceder por medios de poder y mecanis-
mos económicos.
El ámbito educativo es ante todo un
proceso que eleva las virtudes huma-
nas
llevando al hombre a alcanzar la per-
fección, pues le hace poseer una serie de
costum
bres morales que lo humanizan
y lo hacen virtuoso, logrando con ello
que su pensamiento y su libertad se de-
sarrollen plenamente.
Por ello el educador, “el maestro”, debe
estar formado en los valores que enal-
tecen al hombre, mismos que les ha de
trasmitir a sus discípulos, valores que
hoy en día se complementan y reflejan
al mismo tiempo en el respeto a los de-
EDUCACIÓN PARA LOS DERECHOS HUMANOS
JOSÉ BONIFACIO BARBA
México, Fondo de Cultura Económica, 1997, 256 pp.
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