Educación, cobre y Constitución, las demandas

AutorFrancisco Marín

VALPARAÍSO, CHILE.- Las manifestaciones estudiantiles en defensa de la educación pública y gratuita tienen arrinconados al gobierno y a la clase política chilenos. Los estudiantes piden cambios en la educación, pero además exigen la renacionalización del cobre y una nueva Constitución que reemplace la heredada por el dictador Augusto Pinochet.

El presidente Sebastián Piñera y su ministro del Interior responden a las protestas sólo con represión, lo que trae a la memoria el proceder de la dictadura pinochetista, que se prolongó de 1973 a 1990.

El martes 9, más de 500 mil estudiantes, padres de familia y profesores marcharon por las calles de casi todas las ciudades chilenas. Las movilizaciones incluyeron el célebre caceroleo, que hace recordar el método más usado durante las 22 protestas nacionales contra la dictadura entre 1983 y 1987.

Cinco días antes, los estudiantes de Santiago, convocados por la Confederación de Estudiantes Universitarios de Chile (Confech), habían intentado marchar hasta La Moneda (sede del gobierno) pese a no estar autorizados para hacerlo. Mil 400 policías con cañones de agua, caballería montada y una gran cantidad de bombas lacrimógenas –algunas de ellas lanzadas desde helicópteros– impidieron la marcha.

En el Instituto Nacional, el más emblemático de los establecimientos educacionales de Chile, se lanzaron ese día 122 granadas lacrimógenas contra los muchachos que hace dos meses tienen tomado el recinto. A un lado del instituto está la Casa Central de la Universidad de Chile, también ocupada por los estudiantes; ahí se arrojaron otras 250 granadas.

Por estas y otras acciones de violencia la Comisión Interamericana de Derechos Humanos expresó en un comunicado –publicado el sábado 6– su “preocupación” por los hechos y exigió al gobierno chileno una explicación.

El descontento contra el modelo educativo neoliberal no sólo se constata en las cada vez más continuas protestas callejeras. Una encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) –principal referente del pensamiento neoliberal en Chile–, dada a conocer el jueves 4, afirma que 80% de los chilenos está de acuerdo con poner fin al lucro en la educación, tal como piden los estudiantes.

Esa encuesta indica que Piñera tiene sólo 26% de respaldo, la cifra más baja obtenida por un mandatario desde que, en 1990, comenzaron estos sondeos. La opositora Concertación de Partidos por la Democracia no ha podido capitalizar este descontento: tiene sólo 17% de respaldo y casi 70% de rechazo.

Expresión de esta repulsa hacia la clase política fue la toma simultánea que realizaron –el 30 de junio– medio millar de estudiantes de la Universidad de Chile a las sedes del Partido Socialista (Concertación) y la derechista Unión Demócrata Independiente.

Según dijo al periódico La Nación Loreto Fernández, presidenta del Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales, las tomas se hicieron para denunciar que ambos partidos, “que se supone son antagónicos...

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