El Edomex, un polvorín alimentado por OHL

AutorRodrigo Vera

Cuando fue gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto permitió que los talleres de producción y bodegas de pólvora del municipio cohetero de Tultepec se concentraran ilegalmente, y sin medidas adecuadas de seguridad, en un área que se le arrebató a los ejidatarios del lugar, quienes están litigando para recuperar sus tierras...

Ahora, ellos mismos alertan que el hoy presidente convirtió esa área en una peligrosísima "zona minada" que en cualquier momento puede explotar, como pasó la semana pasada en el mercado de San Pablito, donde los coheteros vendían los productos terminados.

Este muy peligroso reordenamiento de los polvorines se hizo para tender el Circuito Exterior Mexiquense, la costosa autopista de cuota que circunda a la Ciudad de México, utilizada por Peña Nieto como plataforma política para llegar a la Presidencia y que fue construida -arrasando ejidos- por la polémica empresa española OHL.

Manuel Andrade, abogado de los ejidatarios de Tultepec que fueron despojados de sus tierras, comenta a Proceso:

"Llevamos años alertando sobre lo peligroso que resulta producir y almacenar pólvora en esta área conocida como La Saucera, que es parte de las tierras que OHL les robó a los ejidatarios de Tultepec para construir el Circuito Exterior Mexiquense. De manera que esta altísima concentración de polvorines se debe a los intereses económicos de OHL, que no tomó en cuenta ninguna medida de seguridad para proteger a la población local.

"Estos talleres y bodegas de pólvora de La Saucera están muy cerca unos de otros. Al explotar uno puede provocar la explosión en cadena de los demás, justo como ocurrió el pasado martes 20 en el mercado de San Pablito. Llevamos años señalando estos riesgos y no nos hacen caso."

En efecto, en mayo de 2011 los ejidatarios de Tultepec le dieron un recorrido al reportero por esa peligrosa zona de almacenes de pólvora, en cuyas fachadas se leían carteles de advertencia: "¡Cuidado!", "¡Polvorín!", "No fumar". Otras eran bodegas de productos terminados que almacenan grandes cantidades de luces de bengala, cohetones de vara, chinampinas, palomas de todos tamaños y otros explosivos que se transportaban, para su venta, al mercado de San Pablito.

Julio Sánchez Duran, entonces presidente del comisariado ejidal de Tultepec, explicaba: "Estos talleres y bodegas antes estaban diseminados en áreas que hoy ocupa la autopista. Pero los constructores de la obra ahora los concentraron arbitrariamente en nuestros terrenos".

Sin dejar de señalar las construcciones de tabique diseminadas en un árido terreno, añadía: "Nos metieron a los coheteros. Ahora tenemos en el ejido 350 talleres de cohetes que arrojan a nuestras milpas sus desechos químicos: azufre, aluminio y tanta porquería. La tierra se contaminó y echó a perder nuestras cosechas".

Y concluía con una advertencia...

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