Un duro recibimiento

AutorAlejandro Gutiérrez

MADRID.- En España aún no pasaba la euforia en el Partido Popular (PP) por su aplastante triunfo en las elecciones generales, cuando los mercados financieros le dieron su particular recibimiento a Mariano Rajoy: El lunes 21 una nueva tormenta amenazó a la economía española con la caída bursátil en 3.48%, el segundo de los peores resultados en las bolsas europeas ese día, después de la de Milán (que bajó 4.74%).

Ese mismo día, la prima de riesgo de la deuda española, el mejor indicador para medir la confianza en las finanzas de un país, tuvo un salto desde los 441 hasta los 464 puntos, que la colocó en la frontera de la prima de riesgo italiana, una de las peores en el volátil panorama que viven las deudas de los países europeos y ante la fragilidad de la moneda común, el euro.

Los medios españoles advirtieron que ese no era el "estreno soñado" por Rajoy, quien prometió cumplir con los compromisos adquiridos por España en niveles de déficit público que lo obligan a recortar el gasto en alrededor de 21 mil millones de euros en 2012 y paliar la presión del elevado desempleo que afecta ya a 5 millones de españoles.

Por ello su plan de recorte es lo más esperado en España. "Futuro sin demoras", tituló El País su editorial del lunes 21, donde señaló: "Rajoy debe desvelar su plan económico y Zapatero, dimitir al frente del PSOE.

"Una estrategia electoral de éxito no puede prolongarse un día más. Los ciudadanos, tanto los que le han votado como los que no, necesitan conocer a la máxima brevedad el plan de medidas urgentes que tan celosamente ha escondido", escribió en el mismo matutino su exdirector Jesús Ceberio.

Sin embargo, hasta el miércoles 23, Rajoy no hacía ninguna aparición pública para dar a conocer el esperado plan de recortes. Tras su aparición en el balcón de la calle Génova y encabezar el lunes 21 una reunión privada del Comité Ejecutivo Nacional del PP, se encerró en sus oficinas a trabajar, según dijo María Dolores de Cospedal, la secretaria general del partido.

Pero las amenazas de los mercados han estado presentes desde antes de los comicios. El viernes 18, dos días antes de las elecciones, el político conservador cambió su habitual discurso y pidió a los mercados un margen de tiempo de "más de media hora" para el nuevo gobierno, tras lajornada electoral.

Ese día se difundió la noticia de que la prima de riesgo de la deuda española había llegado a 503 puntos, un nivel que no se alcanzaba en los últimos 14 años, y que la colocaba...

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