La dolorosa e indignada búsqueda

AutorEzequiel Flores Contreras

CHILPANCINGO, GRO.- A casi cuatro meses de la matanza de normalistas de Ayotzinapa, sus padres, estudiantes y activistas comenzaron a buscarlos ellos mismos en Iguala y otros municipios de la Región Norte, bastión del grupo delictivo Guerreros Unidos. De manera simultánea, integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero intensificaron sus acciones de boicot al proceso electoral, sobre todo en esta capital, donde las autoridades han sido rebasadas.

El propio gobernador sustituto, Rogelio Ortega Martínez, intenta minimizar la crisis generalizada. Calificó a los maestros disidentes de "reducido grupo de vándalos" contra los cuales, dijo, se aplicará la ley, e insiste en que sí hay condiciones para realizar los comicios.

La clase política aparenta indiferencia, aunque en realidad los partidos comienzan a promover a sus candidatos en los medios locales y en las principales ciudades del estado; incluso en las redes sociales algunos presumen sus viajes al extranjero, como Claudia Walton Álvarez, hija del alcalde de Acapulco, Luis Walton Aburto, quien, junto con su hija Natalia, visitó Brasil, Argentina y la Patagonia Chilena durante la segunda quincena de diciembre pasado.

El domingo 11 la agencia Apro informó sobre las andanzas de Walton Álvarez, presidenta del DIF de Acapulco, uno de los municipios más violentos del país. La funcionaria viajó precisamente cuando las autoridades gubernamentales trataban de revertir la imagen negativa del principal destino turístico de Guerrero.

Al día siguiente los integrantes del movimiento social que exige castigo para los responsables de la barbarie y la presentación de los normalistas desaparecidos se manifestaron frente a las bases castrenses de Iguala, Acapulco y Florencio Villarreal, para exigir al gobierno federal que investigue a los militares por su presunta participación en la cacería de estudiantes.

La acción más violenta ocurrió en la sede del 27 Batallón de Infantería en Iguala, ubicado frente a un centro comercial propiedad del exalcalde José Luis Abarca, presunto autor intelectual del ataque a los normalistas el 26 de septiembre pasado.

En esa tercera protesta consecutiva en el mismo cuartel, soldados y manifestantes se enfrentaron a pedradas y envases de vidrio. El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, anunció que las puertas del cuartel bajo sospecha serán abiertas para "quitar pretextos y polarizaciones".

El funcionario federal rechazó la...

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