Diván Especial/ Sin comentarios

AutorJosefina Leroux

Cada día sabemos de más casos de niñas y niños que son abusados sexualmente. Desafortunadamente, es demasiado tarde cuando salen a la luz pública, a veces han pasado años para que las y los ofendidos se atrevan a hablar.

La mayoría de las veces guardan por años su secreto por temor a que nadie les crea o a que se cumplan las amenazas del victimario.

Sin embargo, los números que reflejan este problema social van en aumento porque ha crecido la cultura de la denuncia de quienes lo padecen.

Contribuye a la proliferación de este grave problema que el 80 por ciento de los casos de violencia sexual es perpetrado por gente de confianza que nadie creyera que pudiera cometer semejantes delitos. Por esta razón, en este artículo enumero algunas de las muchas formas, situaciones y personas que pueden sufrir un abuso.

Poco se hace para prevenir estas situaciones por la cantidad de tabúes que representa hablar del tema, aun entre las personas que se supone que están más educadas.

Resulta aún más violento que se permitan los abusos sexuales, pero se prohíba hablar de ellos. De ahí que muchas personas hoy todavía no saben identificar ni pueden defenderse ante un abuso sexual ni proteger del mismo a sus seres más queridos.

Por eso es importante describir la violencia sexual.

He aquí algunos ejemplos de lo que gente indefensa vive a diario en nuestro país:

El acto sexual obligado (por cualquier vía) entre un marido y su esposa.

La presión del dueño de una tienda que, después de regalar mercancía a los chavos durante algún tiempo, les pida que le paguen acompañándolo a ver películas pornográficas.

Los abrazos de un padrino dados por detrás a su ahijada de modo que sus manos rocen partes íntimas de su cuerpo.

Las visitas nocturnas del padre que toma las manos de sus hijas medio dormidas para colocarlas en su vientre.

Los manoseos que da un chofer, bajo amenazas, a la muchacha que ofrece los servicios domésticos en la misma casa donde laboran.

Los baños obligados de un hermano mayor con sus hermanitas a las que enjabona partes del cuerpo mientras exhibe su excitación.

La masturbación de un padrastro en presencia de sus hijastras.

Las caricias sexuales que un novio hace a su pareja en contra de su voluntad por haber aceptado ser su novia.

Los manoseos de ministros religiosos a menores de edad.

Los besos en la boca que da un padre a sus hijas que provocan sensaciones eróticas.

Las caricias que da un maestro a las niñas debajo de sus ropas.

Los masajes que el...

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