Todos contra el Diego...

AutorSantiago Igartúa

BUENOS AIRES.- "Mirá que era difícil terminar agarrándole bronca al Diego", escribió el cronista Martín Caparrós en Crítica, el viernes 11.

La goleada ante Bolivia (1-6) y soportar la clasificación de Brasil en casa, en un balance de cuatro derrotas en seis partidos oficiales, tienen a Diego Maradona al límite.

Las encuestas difunden el mensaje. En su edición del séptimo día de septiembre, tras la derrota 1-3 contra Brasil, el diario Perfil publicó un sondeo que refleja el clamor popular: sólo el 21% de los consultados confió en que la selección argentina clasificará al Mundial de la mano de Maradona. Lapidario, el 89% de los lectores opinó que el director técnico nacional 10 debe renunciar.

Clarín encuestó a sus lectores en busca de un culpable, y el 68% lo encontró en Maradona, según su edición del viernes 11, una vez registrada la nueva derrota (0-1) contra Paraguay, cuya selección, igual que la brasileña, calificó al Mundial venciendo a Argentina.

La posibilidad de que la selección albice-leste no vaya a Sudáfrica en 2010 dejó de ser un delirio, una reiteración de pensamientos absurdos e improbables, como proclamaba un sector de la opinión pública de este país.

Después de las derrotas ante Brasil y Paraguay, Argentina quedó a un punto de la zona de descalificación en la tabla de la Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol), aunque si en este momento terminara la eliminatoria iría al repechaje enfrentando al equipo de Costa Rica. Argentina cierra la ronda clasificatoria enfrentando a Perú y Uruguay.

"La selección se encuentra en una situación preocupante. Yo ni siquiera estoy seguro de si podrá estar en el repechaje", escribió en Crítica el viernes 11 el exjugador Mario Kempes, un referente histórico del seleccionado.

Los números de Maradona como técnico nacional son elocuentes. Su selección ocupa el octavo puesto en una tabla de diez equipos. Si fuera por los puntos ganados en la era Maradona, Argentina estaría fuera del Mundial.

Lejos quedaron los tiempos de aquel gol a los ingleses en México 1986, que obsesionó al mundo. Hoy, Diego Maradona no depende de su ingenio y la capacidad de su cuerpo para dibujar libremente siluetas en el viento. Su lugar en el campo es otro. Contenido en la zona técnica, Maradona está preso de sí mismo. Irreconocible en su rostro el gesto de la derrota, mordiéndose los labios a un costado de la cancha, evidencia que es un jugador eterno encerrado en un cuerpo desgastado por el tiempo, en un disfraz de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR