Diario de Abordo/ La tribu del dragón Padaung

AutorGermán Carrasco

Redacción: Carla Guerrero

Cuenta una leyenda asiática que una mujer dragón de extraordinaria belleza fue poseída por el viento y del fruto de esa unión se extendieron por la Tierra sus descendientes, que fueron llamados Padaung, y como homenaje a sus ancestros, las mujeres portan los anillos en el cuello.

Había escuchado de las "mujeres jirafa" de la tribu de Padaung, producto del mito popular del dragón. Se alargan el cuello poniéndose argollas encimadas que estiran esa parte del cuerpo y hacen bajar los hombros con el correr de los años.

La longitud mayor que se conoce de un cuello ha sido de 40 centímetros.

Realicé un viaje en 1985 que duró seis días en su búsqueda. Para llegar habría que viajar al Triángulo de Oro, un área cruzada por el río Salween que abarca una parte de Tailandia, Laos y Myanmar, antes Birmania.

En aquellos tiempos, la zona era aquejada por una guerrilla comandada por el General chino Chang Ce Foo, quien fue líder de las tropas generales de Chiang Kai Shek.

Tener el control del Triángulo de Oro era importante porque se traficaba con el opio, el hachís y la marihuana, y con piedras preciosas como el jade, el rubí y el zafiro.

Cuando estaba en Rangun, Myanmar, le externé al guía mi deseo de conocer la tribu de los Padaung. Me dijo que tenía amigos en la guerrilla y que arreglándome con "lechugazos verdes" o dólares, se podría llegar a un acuerdo.

Después de pasar por caminos de tierra y cruzar un río en bote, me presentaron con miembros de la guerrilla, quienes accedieron a llevarme, siempre y cuando no tomase fotos de ellos.

Comencé la jornada con cuatro elefantes; en tres venían los guerrilleros con sus ametralladoras, y en el otro, yo con mis cámaras fotográficas.

Subimos las montañas en medio de una jungla espesa de bambú. A cada rato, los guerrilleros silbaban como pájaros para avisar de mi presencia en el lugar. En cambio, los elefantes se paraban a comer bambú, a tomar agua en los riachuelos y a defecar.

Por varias horas, cruzamos valles de amapola y marihuana sembrados en la parte alta de las montañas.

Probablemente en Tailandia existan los laboratorios donde procesan la droga. Dicho valle tenía campo aéreo y una carretera asfaltada donde transitaban tráileres y camiones que iban al poblado tailandés de Chiang Rai, que era probablemente el sitio de distribución de la droga al mundo.

Finalmente llegamos a la villa de la tribu Padaung después de 25 kilómetros de recorrido. Confieso que al regresar a la capital de...

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