Diálogos sin Balón/ Cualquiera para campeón
| Autor | Roberto Gómez Junco |
De los 18 que teníamos ya nomás nos quedan 10, y este fin de semana se reducirá a OCHO la lista de aspirantes al título.
Como así es de generoso el sistema de competencia del futbol mexicano, podría llevarse ese título incluso alguno de los equipos que ni siquiera logró terminar ubicado arriba de la mitad de la tabla.
¿Quién podría descartar al Morelia, actual campeón que terminó en el décimo lugar general, que ganó tantos partidos como los que perdió, y que recibió más goles que los anotados?
¿Quién se atrevería a descartar al Atlas, duodécimo lugar general que también recibió más goles que los anotados y además perdió más partidos que los ganados?
¿Quién podría cuestionar un título que fuera obtenido por ese revolucionario conjunto atlista, que por supuesto no ha hecho lo necesario para merecerlo en este torneo, pero que se lo merecería más que nadie si consideráramos lo que cada equipo ha hecho durante los últimos cuatro años?
Como el potencial del Atlas es mayor que el de los demás competidores, se convertiría en un firme aspirante al título si a pesar de la ausencia de sus jugadores seleccionados consiguiera librar la instancia de los "partidos de recalificación".
Porque con esa inusitada capacidad para combinar a elevados niveles la velocidad y la precisión, y con esa riqueza ofensiva que le permite atacar bien y de distintas formas, el Atlas cuenta con sobrados argumentos como para aspirar al título.
Pero también cuenta con buenos argumentos el América, cuya mentalidad ganadora tiene un peso específico en partidos de Liguilla, a tal grado que puede atenuar los efectos de esa inquietante desconexión entre el trabajo defensivo y el ofensivo.
Y nadie podría tampoco eliminar de antemano al Santos-Laguna, equipo que se distingue por el equilibrio en su funcionamiento y por la capacidad para sacarle jugo a su condición de local, aunque como visitante muestre a veces una vulnerabilidad que podría costarle el título.
Ni se puede descartar al Monterrey, líder general durante varias jornadas gracias a esa solvencia para "defenderse atacando" (teniendo la pelota) y a la determinación de sus jugadores para intentar lo que antes no intentaban, virtudes que les permitieron esconder a veces su fragilidad para defenderse al perder el balón.
Ni se puede descartar a los Tigres, el equipo de mayor solidez para "defenderse defendiendo" (cuando no tienen el balón), solidez que muchas veces les redituó puntos incluso como visitantes, cuando tanto trabajo...
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