Diálogos sin Balón / Postura encomiable

AutorRoberto Gómez Junco

No cabe duda que hoy por hoy la Selección Mexicana está en buenas manos en lo que se refiere a su dirección técnica.

Nada más ahí, porque lo que es en otros renglones el pobre Tricolor sigue dando tumbos, a la deriva y sin saber de dónde viene y mucho menos hacia dónde se dirige.

La inusitada postura que Ricardo La Volpe ha asumido al frente de la escuadra nacional ha servido para confirmar el lamentable estado de cosas que desde siempre ha prevalecido en todo lo relacionado con la preparación del "equipo de todos" que tan mal siguen manejando unos cuantos.

Desorganización, improvisación, falta de apoyo, ausencia de reglas claras, incapacidad para conjugar los distintos calendarios de juegos, prevalencia de los intereses económicos a costillas de los futbolísticos.

En esos rubros puede resumirse la problemática con la que se topa cualquier director técnico que a fuerza de forjarse un sitio como tal, alcanza el privilegio de dirigir al Tricolor.

Tan grande es ese privilegio, que al alcanzarlo muchos renuncian incluso a los principios que los acompañaron en su ascenso como directores técnicos, de tal forma que al dirigir a la Selección Mexicana aceptan cosas u otorgan concesiones que nunca aceptaron ni otorgaron al dirigir a otros equipos.

O las aceptan porque no se atreven a traicionar la confianza de quienes vieron en ellos al candidato idóneo para dirigir los destinos del representativo nacional, o lo hacen simplemente por comodidad o...

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