Deudas sospechosas de Peña y Lozoya en Pemex Petroquímica

AutorJesusa Cervantes

Emilio Lozoya Austin, acusado de recibir 10.5 millones de dólares como soborno de la trasnacional Odebrecht cuando fue director de Petróleos Mexicanos (Pemex), ocultó un gasto en Pemex Fertilizantes por 20 mil millones de pesos mediante la creación de "empresas privadas" que recibieron créditos de la banca gubernamental; y ahora el presidente Enrique Peña Nieto pretende vender la filial de Pemex.

Uno de los créditos otorgados por Nacional Financiera (Nafin), de 350 millones de dólares, venció el 17 de diciembre pasado y aún no se liquida. La información sobre la tasa de interés y las penalizaciones fue clasificada como "confidencial" y resguardada por cinco años.

En diciembre de 2015 se acordó otro préstamo, por 11 mil millones de pesos pagaderos a 16 años, es decir, el plazo vence en 2031. También se desconoce la tasa de interés aplicada y las penalizaciones en caso de incumplimiento en el pago.

Peña Nieto está en el último tramo de su administración, pero en la mencionada filial de Pemex deja abultadas cuentas por pagar, plantas que no funcionan, "estrés financiero" y una relación con cuatro firmas privadas que no pueden ser auditadas, según documentos internos de la petrolera.

Con la reforma energética de diciembre de 2013, Pemex pasó de ser una "empresa paraestatal" a una "empresa productiva del estado"; además, se le dio un "régimen especial" con el fin de que se volviera "competitiva, productiva y ofreciera un beneficio para el país".

Con esos cambios, varias actividades que realizaba la subsidiaria Pemex Petroquímica Básica (PPQ) pasaron a formar parte de la recién creada filial Pemex Fertilizantes y se establecieron nuevas reglas de operación.

Sin embargo, antes de aplicar los cambios de la estructura, el gobierno federal, con Emilio Lozoya a la cabeza de Pemex, ya contaba con todo un proyecto para el nuevo Pemex Fertilizantes, que menciona en el compromiso 59 del Pacto por México, que firmaron el PRI, PAN y PRD el 2 de diciembre de 2012.

Un año después concretó sus intenciones: primero creó "filiales", empresas que por su condición de "privadas" no pueden ser sujetas a revisión por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), a pesar de que todas son operadas y financiadas con dinero que el gobierno federal recauda de la ciudadanía en impuestos.

Además, el gobierno federal utilizó dichas filiales para comprar a inversionistas privados parte de sus empresas: una generadora de amoniaco y otra de urea, materias primas de los...

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