La desprestigiada Bachelet se cuelga de la Selección chilena

AutorFrancisco Marín

VALPARAÍSO, CHILE.- Aunque la situación del gobierno de la presidenta Michelle Bachelet es extremadamente compleja, dado el bajísimo respaldo a su gestión, los múltiples casos de corrupción que salpican a su entorno familiar y político, y por la irrupción de numerosos conflictos sociales que tienen a cientos de miles protestando en las calles, ella no se pierde ningún partido de la Selección chilena de fútbol, que este 24 de junio consiguió avanzar a semifinales de la Copa América, que se disputa en Chile.

La última encuesta de la consultora Ca-dem -del 21 de junio- detectó que la aprobación popular hacia ella es de 23% y, la de su gobierno, de 19%.

El 25 de junio, entrevistada por la emisora colombiana W Radio, Bachelet aludió a esta relación entre crisis política e interés por el fútbol: "En Chile no intentamos tapar los problemas, sino que los enfrentamos para corregirlos".

Fanática

La actual Selección chilena, que goza de gran popularidad y conexión con la fanati-cada, ha sido definida como "generación dorada" por periodistas deportivos. No es para menos: reúne, como nunca antes, a grandes astros del fútbol mundial, como el portero del Barcelona Claudio Bravo, el mediocam-pista de la Juventus de Turín Arturo Vidal, el delantero del Arsenal inglés Alexis Sánchez y el defensa del ínter de Milán Gary Medel. El 11 de junio, cuando se inauguró este torneo, el más antiguo en el mundo a nivel de selecciones, y luego que Chile venciera a Ecuador por dos goles a cero, la presidenta acudió a los vestuarios y se hizo una foto con los jugadores, que fue valorada como un trofeo comunicacional en la cuenta de Twitter gubernamental: "©Gobiernode-Chile: La Presidenta Bachelet celebra junto a la Selección el triunfo de #CHI vs #ECU".

Los jugadores aprovecharon la presencia de la mandataria para orillarla a un compromiso de política deportiva. En conversación a puerta cerrada le pidieron que acotara la prohibición de meter bombos a los estadios, impuesta en 2011 por el gobierno del derechista Sebastián Pinera. Plantearon que, sin tambores, la afición lucía apagada, sin fuerza, situación que era necesario revertir para hacer sentir la locaría. Bachelet aceptó la petición. Sin embargo, esta promesa no se ha materializado hasta ahora debido a la objeción de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), organizadora de este campeonato sudamericano.

La participación de Bachelet en este encuentro inaugural fue motivo de especulaciones: el gobierno...

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