Al descubierto, la corrupción estructural

AutorFrancisco Olaso y Juan José Subirá

Buenos Aires.- La detención de José López, exsecretario de Obras Públicas, con 9 millones de dólares en efectivo, de madrugada, a las puertas de un monasterio, abre el debate en torno a la corrupción, pues nadie duda que el exfuncionario obtuvo ese dinero por medio de cobros irregulares gracias al cargo que ocupó entre 2003 y 2015.

Pero se señala que el gobierno de Mauricio Macri y los grandes medios afines a él usan el caso López para condenar y dar por muerto el proceso político encabezado por Néstor y Cristina Kirchner -espacio opositor donde reinan el desánimo y cierto grado de autocrítica- y para desviar la atención de las preocupaciones que impone el ajuste económico.

Se critica, así, el conflicto de interés resultante de las decisiones de funcionarios que favorecen a las corporaciones de las que provienen, y la falta de publicidad sobre el movimiento de las cuentas offshore del actual presidente. Analistas de distinto signo coinciden en que la corrupción en Argentina está muy lejos de tener un solo dueño.

"El de López no es un caso individual o aislado; responde a un funcionamiento estructural, lo que exige que el Estado se replantee cómo quiere regular y cómo quiere perseguir ciertos delitos", dice a Proceso Agustín Carrara, director ejecutivo del Centro de Investigación y Prevención de la Criminalidad Económica (CIPCE).

"La corrupción suele verse como un problema de ciertos funcionarios faltos de ética o como una falta de transparencia que se solucionaría con mejores regulaciones", agrega el especialista.

"Creemos que forma parte de un fenómeno más complejo, la criminalidad económica, donde no sólo son los clásicos delitos de funcionarios públicos, como las coimas, el enriquecimiento ilícito, la malversación del dinero público, sino también otros, muchas veces cometidos por corporaciones y grandes grupos económicos, como la evasión de impuestos, el lavado de dinero, la fuga de capitales".

La criminalidad económica es gravosa para el desarrollo del país. Un estudio del propio CIPCE estima que Argentina perdió 13 mil millones de dólares por delitos económicos entre 1980 y 2007.

"López encarna un sistema, sin embargo, que lejos está de acotarse al kirchneris-mo", publicó La Nación el pasado 20 de junio.

"Así funciona la política y así se hacen los negocios con el Estado argentino desde hace décadas. Funciona con dinero negro, con 'retornos', 'sobres', 'aportes', 'contribuciones' y muchos otros eufemismos que definen la música con la que...

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