Desarrollo a Costa del Medio Ambiente
| Autor | Dr. Rubén D. Arvizu |
| Cargo | Escritor y periodista especializado en temas de medio ambiente |
| Páginas | 32-34 |
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En el mundo en que vivimos, los bienes naturales desaparecen a un ritmo acelerado dejando en la orfandad ambiental a las generaciones futuras. En estos años que quedan de la primera veintena del siglo xxi los ecocidios están a la orden del día. El territorio mexicano, uno de los más ricos del planeta por su biodiversidad sostiene una guerra desigual ante la destrucción y contaminación de fauna y flora de sus ecosistemas. Manglares, lagos, ríos y esteros, así como playas que todavía hace un par de decenios eran casi prístinas, son acaparados por desarrolladores tanto nacionales como extranjeros.
Los despojos a sus tradicionales propietarios; indígenas, campesinos y pescadores, son legitimados con el contubernio de autoridades corruptas. Un caso concreto que muestra lo anterior es lo ocurre en el estado de Nayarit. Es conveniente ilustrar al lector sobre estos antecedentes para tener una idea más concreta sobre esta situación.
La organización del Capitán Jacques Cousteau, The Cousteau Society, participó de 1990 a 1992, a petición del gobierno estatal de Nayarit, en la elaboración y revisión de un Plan Maestro Ecológico y Turístico para las Costas de Nayarit. Durante 3 años, se trabajó concienzudamente con más de 150 técnicos y científicos mexicanos para crear un estudio, que en su época, fue único en el mundo. En una ceremonia en Guayabitos, Nayarit, en septiembre de 1992, muy publicitada por prensa nacional y extranjera, el entonces Presidente Carlos Salinas de Gortari recibió el voluminoso estudio y sus recomendaciones. Después de eso, todo indica que el Plan Maestro fue guardado en los archivos de las buenas intenciones y quedó en el olvido. El proyecto planeaba evitar la construcción de hoteles más altos que las palmeras, la prohibición total y permanente de la destrucción de los manglares y un límite estricto en las habitaciones de hotel que no podría exceder las tres mil, todo con el fin de mantener el equilibrio ecológico del área.
Se contemplaba que los hoteles reciclaran su propia agua a través de los más modernos sistemas de irrigación para evitar la descarga de aguas negras, así como la obligación de proveer de servicios (vivienda, escuelas y servicios de salud) a sus trabajadores. Asimismo, se les exigiría a los inversionistas y desarrolladores turísticos, sus antecedentes de trabajo en otros centros turísticos con el fin de conocer si realmente estarían dispuestos a seguir las reglas impuestas por el gobierno. Muchos de...
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