El desafío del IFE: afrontar tiempos de guerra

AutorÁlvaro Delgado

La socióloga María Marván Laborde, expresidenta del IFAI; el abogado Sergio García Ramírez, con 50 años de militancia priista, y Lorenzo Córdova Vianello, experto en derecho electoral, se incorporan al Consejo General del IFE. En entrevistas por separado los tres hablan de sus filias, fobias, compromisos y retos. Entre ellos: la aplicación de la ley que repudian los medios electrónicos, las acechanzas del crimen organizado, las "tentaciones de politizar" este tema, las "pulsiones autoritarias", el activismo de Felipe Calderón y la necesidad de recobrar la credibilidad del órgano que funcionó "mocho" 14 meses.

García Ramírez: Hay tentaciones autoritarias

El año en que cumple medio siglo de militancia en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), por el que estuvo cerca de ser candidato presidencial en 1988, Sergio García Ramírez fue electo consejero del Instituto Federal Electoral (IFE).

"Soy lo que soy, soy quien soy y soy lo que he sido, no lo niego", enfatiza el doctor en derecho quien entre 2000 y 2001 fue secretario general del PRI, aunque aclara:

"En este momento soy consejero electoral y estoy perfectamente consciente de que aquí uno no tiene que militar en favor de ningún partido sino aplicar la ley con objetividad, con firmeza, con independencia."

Último procurador general de la República que duró todo un sexenio -el de Miguel de la Madrid-, identificado a menudo como quien incubó el auge del narcotráfico -lo que él rechaza-, García Ramírez insiste en que será imparcial: "He tenido una trayectoria dentro de un partido político en función de mis convicciones políticas y sin embargo puedo ser perfectamente independiente y objetivo".

En entrevista con el reportero la mañana del 22 de diciembre, García Ramírez revela que cuando los miembros de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados le ofrecieron ser consejero les hizo una pregunta: "¿Ya reflexionaron sobre mi trayectoria vital? No está oculta, no es misteriosa, es pública y notoria".

Detalla: "Todos los que participaron en la invitación, que fueron todos los partidos políticos que finalmente determinaron el rumbo de la elección, dijeron: 'Sí, ya lo meditamos y estamos de acuerdo en que sea usted. Confiamos en que usted va a ser objetivo, imparcial e independiente'. '¿Están seguros? ¿Conceden esa confianza?'. Dijeron: 'Sí'. Y yo dije: 'Muy bien, lo tomo y honraré ese compromiso'".

-¿Aunque siga usted siendo militante del PRI?

-Aunque siga teniendo las convicciones que tengo.

-Como militante del PRI.

-Sigo teniendo las afinidades políticas que tengo. No quisiera yo generar en torno a mi persona una sombra de sospecha. Si quienes me eligieron me depositaron su confianza, debe usted dar la oportunidad de acreditar que merecí la confianza.

-Es un dato.

-Sí, es un dato, ahí está mi vida a la vista. No estoy negando toda la vida que he llevado. Estoy tratando de ser cuidadoso en mis expresiones para no fomentar debates innecesarios.

A punto de cumplir 74 años, García Ramírez tiene una trayectoria impresionante en la administración pública desde que, en 1961, comenzó a trabajar en la penitenciaría del Distrito Federal -el legendario Palacio de Lecumberri-, hasta cargos de talla continental, como juez y presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos entre 2004 y 2007.

Experto en las materias penal, procesal y constitucional, miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, García Ramírez dice ignorar si su nombramiento obedeció a que domina también el tema del crimen organizado, que gravita en los procesos electorales.

De hecho, además de su paso por la PGR, entre los numerosos libros que ha escrito uno se titula precisamente El crimen organizado y uno de los más recientes es sobre la reforma penal constitucional, aunque lo electoral no le es ajeno: En 1970, cuando fue subdirector general de Gobierno de la Secretaría de Gobernación y luego subsecretario, en el sexenio de Luis Echeverría, era el responsable del área electoral.

García Ramírez advierte del propósito de la delincuencia de infiltrar el Estado: "Esa es una posibilidad real. No se puede negar porque esa es la pretensión natural de la delincuencia organizada. Y entonces el cuidado natural del Estado mexicano tiene que ser evitar que semejante cosa ocurra".

El crimen organizado "como toda gran fuerza oscura, como le suelen llamar, puede tener esa pretensión", pero debe evitarse.

"Este es ya un gran tema político. No tiene que ver sólo con el tema electoral, sino con el manejo general del Estado mexicano".

-Si Felipe Calderón reconoce que el crimen organizado definió la elección de Michoacán, ¿puede colegirse que tratará de hacerlo en la elección federal?

-Mire, esto de que definió la elección en Michoacán es un punto de...

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