Desaconseja el consumo de grasas saturadas y trans

Señor director:

El motivo por el que en México y Estados Unidos se ha multiplicado el número de obesos se debe al consumo de carne de vacuno.

Hay dos alimentos que son perniciosos para la salud y para el planeta: las grasas saturadas (carne de vacuno y mantequilla) y las grasas trans (alimentos elaborados con aceite de palma).

Existe una estrecha relación entre la alimentación, el aumento de enfermedades, el gasto público, el descenso del PIB, el cambio climático y la destrucción planetaria.

La pandemia de obesidad que se extiende por Estados Unidos y la Unión Europea, multiplicando enfermedades que eran minoritarias a principios del siglo pasado y reduciendo la esperanza de vida, tiene su origen en el consumo de grasas saturadas y grasas trans. Enfermedades cardiovasculares, diabetes, neurodegenerativas -como Alzheimer- y algunos tipos de cáncer -de páncreas, colon y próstata- han crecido expo-nencialmente en los últimos 50 años a la par que el consumo de grasas saturadas y grasas trans.

Junto a ello se suma la reducción de la esperanza de vida; por primera vez en siglos, la esperanza de vida de una generación es inferior a la de las precedentes. Esto acontece actualmente en Estados Unidos y ocurrirá a finales de esta década y principios de la siguiente en la Unión Europea.

La prueba está en que dichas enfermedades son minoritarias en Asia -donde no hay consumo de grasas saturadas ni trans-, región del planeta en la cual la población consume carne blanca -ave y cerdo-, mientras que los descendientes de la población que emigró a Estados Unidos tienen una alta incidencia de esos padecimientos al consumir grasas saturadas y grasas trans.

La carne de vacuno tiene una concentración de mioglobina muy superior a la de la carne blanca, lo que unido a las grasas saturadas provoca un efecto letal en el organismo humano. Hay que tener en cuenta que nuestro organismo es un producto de la evolución y que no está adaptado al elevado consumo de carne, puesto que durante siglos ésta no formaba parte de la dieta diaria, y mucho menos la carne roja.

Los únicos que basaban su dieta en la carne eran los neandertales, que se extinguieron, mientras que nosotros somos el resultado de la revolución agrícola del neolítico. Las placas de ateroma en las arterias y una peor conexión entre neuronas...

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