La decana quiere la gloria en solitario

AutorBeatriz Pereyra

Paola Espinosa tiene la mirada fija en un objetivo: ganar una medalla individual en Río 2016. No es que esté en deuda consigo misma, dice, pero es el único premio que le hace falta. Hace cuatro años, en Londres 2012, terminó en sexto lugar. "Creo que dios y el destino no quisieron que ganara", declaró entonces, al calor de la decepción. A sus cuartos Juegos Olímpicos, Espinosa llega con 30 años, pero se siente como si tuviera muchos menos. No piensa que es el fin de su carrera ni su última oportunidad. Se describe plena, motivada, mentalizada y físicamente casi al cien por ciento.

Cada vez me veo y me siento mejor. ¿Por qué no hacer otro ciclo olímpico? No soy tan grande.

-¿Qué pasará si ganas o si no ganas esa medalla? -se le pregunta.

-Si gano voy a ser muy feliz. Si no, también. ¿Qué más hago? He agotado todo lo que se puede dar por obtenerla. He estado en paz todo este tiempo sin ganarla. Puedo seguir viviendo así.

-Ahora México no tiene representación en la Federación Internacional de Natación (Fina), ¿esto juega en contra del equipo de clavados?

-Yo supondría que no afecta. No lo sé porque no me consta. Bueno, sí me consta. En la Copa del Mundo (febrero pasado en Río de Janeiro) sí pudimos ver un poquito la diferencia por el pleito que hay con la Fina (y el director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, Conade, Alfredo Castillo). Los jueces sí estuvieron un poquito abajo (al calificarla en los saltos sincronizados desde la plataforma, con Alejandra Orozco).

Espero que en Juegos Olímpicos respeten nuestro trabajo. Clavados es un deporte de apreciación y ellos (los jueces) pueden apreciar lo que quieran. Lo que nos toca hacer a nosotros son buenos clavados para que no tengan de otra más que ponernos un nueve o 10.

Para este ciclo olímpico, Paola Espinosa se empeñó en su preparación física. Las lesiones y la recuperación de una cirugía en la rodilla derecha la dejaron tan disminuida que era incapaz de ejecutar los clavados más básicos. Empezó de cero.

Buscó a Pedro Gato, el entrenador de origen cubano que trabajó con la selección nacional de taekwondo durante los ciclos olímpicos de Beijing 2008 y Londres 2012, cuando María Espinoza (oro y bronce) y Guillermo Pérez (oro) subieron al podio.

Con Gato ha tenido una preparación física para ganar fuerza explosiva con ejercicios que estimulan músculos específicos y la ayudan a realizar mejor los clavados.

En lo técnico, con su entrenadora, la china Ma Jin, ahora se concentra...

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