Una década de cuentas públicas sin aprobar
Autor | Luis M. Pérez de Acha |
Páginas | 56-59 |
56 El Mundo del Abogado diciembre 2012
Unadécadadecuentas
públicassinaprobar
Luis M. Pérez de Acha*
de la Constitución federal
establece la facultad de
la Cámara de Diputados,
a través de la Auditoría
Superior de la Federa-
ción, para revisar la cuenta pública de
cada año. Esta función tiene por obje-
to la evaluación de los resultados de la
gestión financiera, la comprobación de
que ésta se ha ajustado a los criterios
señalados en el respectivo Presupuesto
de Egresos y la verificación del cumpli-
miento de los objetivos contenidos en
los programas.
Así concebida, la cuenta pública, do-
cumento central alrededor del cual
gira la rendición de cuentas de todo el
sector público federal, no se reduce a
una simple conciliación de “flujos” en-
tre ingresos y gastos en efectivo —que
eventualmente coincidirán con los nú-
meros programados en la Ley de Ingre-
sos y en el Presupuesto de Egresos—,
sino que tiene un espectro de mayor
envergadura que comprende la rendi-
ción de cuentas en sus vertientes cuan-
titativa y cualitativa, la transparen-
cia de ésta, su correlativa fiscalización
por la Auditoría Superior de la Fede-
ración y la determinación de respon-
sabilidades en contra de funcionarios
públicos. Es evidente, por ende, que
sin cuenta pública existe una imposi-
bilidad material para que estas tareas
se realicen.
La aprobación de la cuenta públi-
ca es de la mayor relevancia y por eso
queda reservada a dos órganos de ran-
go constitucional: uno técnico, la Au-
ditoría Superior de la Federación, y
otro político, la Cámara de Diputados.
Si éstos no la aprueban, este hecho en-
traña la descalificación del gasto públi-
co y una acusación implícita del mane-
jo irresponsable —quizá delictivo— de
las finanzas públicas. El tema no es
menor, como se aprecia, y no podría
ser de otra manera, pues lo que está en
juego es la hacienda pública.
Ahora bien, de acuerdo con el artí-
culo 74, fracción VI, de la Constitución
federal, la cuenta pública se presenta a
la Cámara de Diputados a más tardar
el 30 de abril del año siguiente al que
corresponda, y su revisión concluye el
31 de octubre del propio año. A su vez,
su artículo 79, fracción II, dispone que
la Auditoría Superior de la Federación
debe entregar a la Cámara de Diputa-
La hacienda pública ha sido manejada de ma-
nera arbitraria, caprichosa, discrecional, opa-
ca e ineficiente, afirma el autor, para concluir
de forma contundente: mientras no se finquen
responsabilidades políticas, administrativas o
penales en contra de los funcionarios involu-
crados, las cuentas públicas seguirán presen-
tando irregularidades.
Twitter:@LuisPerezdeAcha
dos un informe del resultado de la re-
visión de la cuenta pública, que tiene
carácter público, en un plazo que fene-
ce el 20 de febrero del ejercicio subse-
cuente.
En términos de ambas disposiciones
constitucionales, el 29 de febrero de
2012 se publicaron los decretos relati-
vos a las cuentas públicas federales de
los años 2002 y 2007. En lo que hace al
primero de éstos, la Cámara de Dipu-
tados concluyó que se detectaron in-
observancias a los principios básicos
de contabilidad, siendo las más impor-
tantes las referentes a la base de regis-
tro, la revelación suficiente y el cum-
plimiento de disposiciones legales. Los
sectores y los ramos que registraron
mayores irregularidades fueron: Ener-
gía, Hacienda y Crédito Público, Edu-
cación, Comunicaciones y Transportes,
las entidades paraestatales no coordina-
das sectorialmente y el Ramo 33: Apor-
taciones Federales para Entidades Fede-
rativas y Municipios. Pese a lo anterior,
no hubo una manifestación expresa de
la Cámara de Diputados respecto de la
aprobación o no de la cuenta pública
de dicho ejercicio, aunque nada obs-
ta para afirmar que implícitamente la
descalificó.
En lo referente a la cuenta pública
de 2007, la Cámara de Diputados sí se
pronunció directa y claramente en el
sentido de reprobarla, al resolver que,
en virtud de que los resultados de la
gestión financiera no se ajustaron a los
criterios señalados en el Presupuesto
de Egresos, ni se cumplieron los obje-
tivos contenidos en los programas que
fueron revisados por la Auditoría Su-
perior de la Federación, no existieron
elementos suficientes para considerar
que el gasto público federal se ejerció
correctamente.
Por otra parte, el 4 de mayo de 2012
se publicaron los decretos relativos a
las cuentas públicas federales de los
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