Debió practicarse una auditoría forense al NAIM

AutorRicardo Raphael

Sin embargo, alrededor suyo se ha fabricado un ambiente enrarecido que no ofrece condiciones para razonar con rigor ni densidad. Para Andrés Manuel López Obrador la cifra presidencial es la única aceptable y está dispuesto a decir y a hacer casi cualquier cosa para defenderla.

Las razones políticas por las que el mandatario despliega con contundencia su propia cifra no necesitan interpretación. La cancelación del NAIM fue la primera decisión política de envergadura que tomó como presidente virtual, y reconocer, dos años y meses después, que pudo haber sido un error -desde el punto de vista de las finanzas públicas- tiene consecuencias severas sobre los fundamentos de su liderazgo.

Ahora bien, los argumentos del presidente no son ni pueden ser forzosamente los del resto. Tanto el periodismo como la academia tenemos la obligación de corroborar y verificar los datos aportados por el poder público y si, como es el caso, existe alguna discrepancia estamos también impelidos a darla a conocer.

Los balcones desde donde se observa la misma información son distintos y tan respetable uno como el otro: tan debe entenderse que el presidente defienda su capital político como que las personas contribuyentes defendamos el uso y destino de los recursos que todas y todos aportamos.

Por este motivo acuso como exagerada la reacción del presidente Andrés Manuel López Obrador cuando descalificó la crítica practicada a la última cifra de la ASF. La conclusión de que el costo de cancelación "sólo" fue de 113 mil millones de pesos es muy discutible y todavía más lo es -desde el punto de vista jurídico- el documento dispuesto para darlo a conocer.

De acuerdo con López Obrador, el proyecto del NAIM fue herido desde el principio por una gran corrupción. Siendo la cabeza del Estado mexicano, esta sola afirmación debió llevar a que la ASF encargara una auditoría forense para determinar responsabilidades y, en su caso, sanciones administrativas e inclusive penales.

¿Por qué en vez de ordenar una auditoría forense, la ASF prefirió optar por otras vías?

En entrevista, la doctora Muna Dora Buchahin -exfuncionaria de la ASF responsable de investigar el expediente conocido como "La Estafa Maestra"- afirma que la respuesta a tal interrogante está en las consecuencias previstas por cada tipo de auditoría. Ni la auditoría del desempeño ni la contable y financiera implican sanciones contra las personas responsables: enuncian hechos y, en el mejor de los casos, los denuncian...

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