¿Qué debemos hacer para combatir la corrupción?

Páginas22-25

Page 22

Miguel Carbonell

Para combatir la corrupción se requiere que las instancias encargadas de investigar a los funcionarios involucrados sean autónomas o que se permita a la ciudadanía ejercer directamente la acción penal, como sucede en otros países. Si revisamos las historias de éxito en Italia o en Colombia, por citar solamente dos ejemplos emblemáticos, veremos que las fiscalías funcionaron de manera autónoma y los jueces se encargaron de sacudir a sus corruptas clases políticas.

En el Código Nacional de Procedimientos Penales está prevista la acción penal de particulares, pero sólo por delitos menores, lo cual es ridículo y mezquino. Deben estar ahí previstos los delitos de corrupción cometidos en el servicio público. Necesitamos, por lo tanto, que los casos de corrupción lleguen ante los tribunales y que mediante juicios públicos se impongan las sanciones previstas por la ley.

También necesitamos incentivar las denuncias, de modo que los “denunciantes anónimos” por ley puedan obtener beneficios económicos si el Estado les quita su patrimonio a los funcionarios corruptos.

Y además de las sanciones penales o administrativas sería bueno contar con una sociedad civil atenta a los desfalcos que se cometen cotidianamente, que además esté dispuesta a manifestar sin tregua su desprecio hacia los funcionarios corruptos. Que todo funcionario corrupto sepa que cuando termine su encargo no podrá vivir en el país porque donde se pare será insultado y menospreciado por los ciudadanos. Eso también sería una sanción social que valdría la pena considerar. Basta ya de ver a ex funcionarios multimillonarios comiendo como si nada en los mejores restaurantes del país y paseando por nuestras calles con gran cinismo. Que se vayan o que se arriesguen a ser reprendidos por la ciudadanía.

Diego Valadés

Las medidas punitivas para combatir la corrupción son funcionales siempre que se tenga en cuenta el contexto institucional en el que se aplican. En el caso de México se pasa por alto que el problema es muy profundo por el deterioro institucional que padecemos. Será poco lo que se pueda avanzar si no se corrigen problemas como la extrema concentración del poder político y la ausencia de controles por parte de los órganos de representación política. En las democracias bien diseñadas se cuenta con este tipo de controles, que sujetan a los titulares de los altos cargos a un escrutinio sistemático y continuo por parte de los congresos o parlamentos.

El presidencialismo mexicano está en crisis y sus efectos se acentúan en el ámbito de los gobiernos locales, muchos de los cuales pueden ser considerados cacicazgos. Es indispensable pensar en los remedios políticos para la corrupción; en esencia, adoptar formas parlamentarias de responsabilidad política y de control.

Page 23

José Dávalos

La medida más adecuada para combatir la corrupción es vivir honestamente, lo cual, en primer lugar, deben hacer los servidores públicos. En una escalera la basura comienza a barrerse de arriba hacia abajo. Es sorprendente el interés de varios conciudadanos nuestros por legislar, legislar y legislar contra la corrupción.

José Juan Méndez

Crear y concretar órganos certificadores anticorrupción obligatorios, conformados por personas con reconocimiento ético y ajenas a los intereses políticos, que puedan precalificar, monitorear, supervisar y calificar las actividades que requieran recursos públicos. De esta manera se condicionaría la entrega de recursos a esta...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR