Qué debemos aprender de la crisis
| Autor | Manuel Guzmán Moreno |
| Cargo | Director General de inversiones IXE Grupo financiero |
| Páginas | 60-61 |
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La crisis hipotecaria surgida en Estados Unidos y que terminó por convertirse en una crisis económica global de grandes proporciones ha empezado a perder terreno para dar paso a un proceso de recuperación. En este sentido, recientemente se dio a conocer que la economía de Estados Unidos registró un crecimiento de 3.5% en el tercer trimestre del año, lo que resultó no solo superior a la cifra esperada por el mercado (3.2%), sino que representó la primera variación positiva desde el segundo trimestre de 2008 y la más alta desde el segundo trimestre de 2007
Pero Estados Unidos no es el único país que tuvo un buen tercer trimestre. La Oficina Nacional de Estadísticas de China dio a conocer que la economía de ese país creció 8.9% en el tercer trimestre apoyado por el plan anticrisis adoptado por el gobierno que incluyó un desembolso de 586 mil millones de dólares. De esta forma, la economía China registra ya un crecimiento de 7.7% en el periodo enero-septiembre y se enfila para registrar una expansión de, al menos, 8% en 2009.
Así, los indicadores económicos indican que la crisis ya quedó atrás y que inicia un proceso de recuperación que será diferenciado entre los diferentes países en función de la fortaleza estructural que muestren cada economía. En este sentido, México deberá afrontar a la brevedad posible los retos que se presentan, de manera tal que pueda aprovechar al máximo la nueva etapa de expansión que registrará el ciclo económico mundial.
Es importante reconocer que México ha aprendido de las crisis pasadas la importancia de mantener en equilibrio el balance de los principales indicadores macroeconómicos. Las crisis económicas que se presentaron a principios de los setenta y hasta 1995, hicieron reflexionar en la necesidad de corregir los desequilibrios macroeconómicos, que ocasionaron dichas crisis, principalmente los relacionados con los déficit en cuenta corriente, en finanzas públicas y el alto endeudamiento externo.
México ha disfrutado de una gran estabilidad macroeconómica, incluso pudo transitar por la actual crisis económica sin mayores desordenes macroeconómicos como en el pasado; tanto el déficit fiscal como en cuenta corriente se mantuvieron en niveles manejables, y la inflación y las tasas de interés registraron niveles mínimos históricos. La variable financiera que resintió la mayor aversión al riesgo fue el tipo de cambio, sin embargo, es...
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