El debate de las portadas de Proceso. La más escandalosa trampa de Anaya

AutorSantiago Igartúa

De esa forma el tabasqueño respondía los señalamientos del panista, que lo llamó hipócrita por criticar que su familia viviera en la ciudad estadunidense de Atlanta, cuando uno de los hijos del morenista estudió en España.

-¿No que muy nacionalista? -lo retó Anaya.

Fue entonces que López Obrador le mostró la revista en que el reportero Álvaro Delgado documentó con evidencias bancarias que Anaya y su esposa han acumulado una fortuna muy superior a la que han declarado. Y le dijo:

"Ricky Riquín Canallín: no tiene nada que ver lo de mi hijo con que tú hayas mantenido a tu familia en Atlanta. Hoy, en la revista Proceso, miren... Para esto la utiliza. Es un corrupto este señor. Engañatontos."

De inmediato el equipo de producción televisiva del INE partió la pantalla en dos y enfocó al panista. Ricardo Anaya buscó deprisa en su material de apoyo, sonrió, se levantó de su asiento y presumió una cartulina con la reproducción de otras dos portadas de este semanario. Sin voz, por tener el micrófono apagado, las exhibió durante 10 largos segundos.

Las portadas con las que Anaya contrarrestó el embate de López Obrador corresponden a los números 2155 y 2156 de la revista. En el primero aparece una fotografía del fundador de Morena con la frente altiva, en primer plano y con fondo negro. "Los ricos de López Obrador", resalta en letras doradas el titular, que remite al reportaje de Arturo Rodríguez, donde se revelan los nombres de los magnates que apoyan la campaña del candidato de la coalición Juntos Haremos Historia.

La segunda, bajo el encabezado "Pacto de impunidad. Corrupción en Sedesol y Sedatu", José Antonio Meade y Rosario Robles son los protagonistas. En el reportaje principal de esa edición, Jenaro Villamil documenta los desvíos de recursos millonarios de la Sedesol de Robles, encubiertos por Meade cuando fue secretario de Hacienda.

El moche

Montados los adversarios en la información de Proceso, el enfrentamiento se trasladó a la arena digital.

La madrugada siguiente al debate, el activista y defensor de los derechos humanos Jesús Robles Maloof descubrió que Anaya había censurado parte de la portada con que quiso exhibir a Meade. Al amanecer, la noticia explotó en las redes sociales cuando Robles Maloof relató su hallazgo en el portal informativo Sin Embargo.

Decepcionado como cientos de miles de mexicanos por la pobreza de ideas de los candidatos, incapaces de intercambiar otra cosa que insultos ante tragedias humanitarias como la migración y...

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