David Shields / Opciones frente al gas caro

AutorDavid Shields

El alto precio del gas natural en un mercado volátil y especulativo obliga a México a considerar otras opciones en la generación eléctrica.

Los precios del gas natural se han movido con mucha volatilidad en las últimas semanas, superando ya los 10 dólares por millón de BTUs. Se desplomaron las existencias de gas almacenadas en Estados Unidos a causa de un incremento de 15 por ciento en la demanda de gas para generar electricidad. Esa mayor demanda de gas es atribuible a un caluroso verano y a diversos factores en el mercado de combustibles. Las alzas en el precio del petróleo también arrastran el precio del gas hacia arriba.

En México, los altos precios de los hidrocarburos, en sus niveles actuales, probablemente generan más perjuicios que beneficios. El impacto positivo de los mayores ingresos petroleros en las finanzas públicas tiene su contrapeso en la posible desaceleración de la economía estadounidense y sus efectos para las exportaciones no petroleras mexicanas, así como en el duro golpe que los precios del gas y de otros combustibles asestan a muchas empresas.

La industria eléctrica, por ejemplo, tendrá que erogar varios miles de millones de dólares adicionales por combustibles este año. Incluso Pemex Refinación y, por ende, el erario sufren pérdidas cuando son muy elevados los precios del crudo y los costos de producción de la gasolina, ya que el precio controlado de la gasolina provoca una disminución en el monto del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) que se recauda.

Actualmente, se analiza ampliar a todos los industriales del País el subsidio que Pemex le otorga a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en la compra de combustóleo. De ser así, reduciendo su precio de 36 a 30 dólares por barril, es muy factible que el combustóleo se vuelva competitivo frente al gas natural en algunas industrias, aunque son pocas las que tienen la opción de cambiar de combustible.

El gas a 9 ó 10 dólares por millón de BTUs, empleado en centrales eléctricas e industrias con una eficiencia de 55 por ciento en sus procesos, todavía compite contra un combustóleo a alrededor de 40 dólares por barril (equivalente a unos 6 dólares por millón de BTUs), utilizado en plantas con una eficiencia de 38 por ciento, que -como en el caso de muchas centrales de la CFE- necesitarían una reconversión para quemarlo limpiamente.

En iguales o similares condiciones de precio por unidad de poder calorífico, el gas siempre será la opción preferida por su...

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