Daniel Viglietti, el mismo, ayer y hoy

AutorRoberto Ponce

Fiel a sus ideales de juventud cuando imaginó transformar las injusticias en cantos humanos de igualdad universal, el compositor montevideano Daniel Viglietti retomó al Zócalo de la capital este sábado 19 de marzo, entonando en el encuentro Canciones del Exilio Latinoamericano su agradecimiento musical al pueblo mexicano.

"Yo comprobé cómo México dio refugio a muchísimos latinoamericanos en el exilio con una gran generosidad, este país nos abrió las puertas a chilenos y uruguayos que huíamos del terrorismo desatado por las dictaduras militares de 1973, y luego recibió a los argentinos en el 76."

Si entonces Viglietti incitó "a desalambrar, que la tierra es nuestra...", y su "Canción para América" pedía "dale tu mano al indio, dale que te hará bien y encontrarás el camino, como ayer yo lo encontré", ahora exige sean procesados los autores de crímenes de lesa humanidad en el régimen militarista que gobernó Uruguay entre junio de 1973 y febrero de 1985.

"Me refiero a juzgar a los torturadores y a los demás responsables de haber violado los derechos humanos, donde se han hecho algunos juicios pero los resultados son muy insuficientes. La justicia debe desarrollarse de manera mucho más profunda para acabar con la impunidad, este flagelo que nos corroe y debemos erradicar.

"Históricamente los uruguayos, argentinos y chilenos no hemos deseado venganza, sino justicia. Anhelamos apoyar el cumplimiento cabal del derecho a la justicia en cualquier lugar del planeta."

Nacido el 24 de julio de 1939 en Saya-go, Daniel Alberto Viglietti Indart aprendió los principios sonoros de armonía clásica, murgas rítmicas, giros melódicos (indígenas y del bel canto), milongas y chorinhos brasileños prácticamente siendo un gurisito (del diminutivo guaraní gurí); es decir: un "chaval", un "escuin-clito" (hijo) de sangre indígena. Lyda, su madre, era pianista y Cédar, el padre, tocaba guitarra.

"Yo no pararé y seguiré haciendo canciones humanas, en tanto que el mundo continúe actuando con tanta inhumanidad. Hay que enfrentar la superficialidad que abunda en ciertas capas sociales y a los demás sólo nos deja carencias. Digo, cuando pensé en esa declaración de 'hacer canciones humanas', yo tenía en mente los Poemas humanos de César Vallejo y de ahí partió mi idea. Soy un gran admirador de Valle-jo..." (http://uJUJUJ.proceso.com.mx/194917/ uigüetti-canta-¡a-¡ucha-sigue)

-¿Cómo consigue la fortaleza creativa y la fe revolucionaria al ver que el dinero de unos pocos domina...

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