Cuidado con las múltiples actividades que deben realizar los contadores en las empresas
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En los últimos años, las actividades de los contadores públicos en las empresas, tanto las de naturaleza financiera como las de carácter fiscal, han tenido un aumento tan significativo que frecuentemente son difíciles de cumplir en tiempo. Lo anterior, debido a que los contadores no sólo deben llevar la contabilidad financiera, sino que al mismo tiempo deben llevar registros contables o papeles de trabajo para controlar las operaciones a fin de determinar el ISR, el IVA, el IETU, etcétera. Asimismo, las disposiciones fiscales obligan a las empresas a presentar un sinnúmero de declaraciones (informativas y de pago), y los contadores son los encargados de formularlas.
Debido a lo anterior, en este taller se hace una compilación de las principales actividades que deben observar los contadores en las empresas -en este caso, se tratará lo relativo a las personas morales del régimen general de la Ley del ISR-.
Según la norma de información financiera (NIF) A-1, la contabilidad financiera se define como la técnica que se utiliza para el registro de las operaciones que afectan económicamente a una entidad y que produce sistemática y estructuradamente información financiera; al respecto, las operaciones que afectan económicamente a una entidad incluyen las transacciones, transformaciones internas y otros eventos.
Asimismo, la información financiera que emana de la contabilidad es información cuantitativa, expresada en unidades monetarias, y descriptiva, que muestra la posición y desempeño financiero de una entidad, y cuyo objetivo esencial es el de ser úti l al usuario general en la toma de decisiones económicas. Su manifestación fundamental son los estados financieros. Se enfoca esencialmente a proveer información que permita evaluar el desenvolvimiento de la entidad, así como en proporcionar elementos de juicio para estimar el comportamiento futuro de los flujos de efectivo, entre otros aspectos. La multiplicidad de participantes en la actividad económica y su diversidad de intereses determinan que la información financiera sea de uso y aplicación general y, por tanto, debe ser útil para los diferentes interesados.
Por lo anterior, las NIF sirven de base para que las entidades elaboren información financiera que satisfaga las necesidades comunes de una gran variedad de usuarios.
En este sentido, al utilizar la contabilidad financiera para el registro de las transacciones económicas de las empresas, los contadores deben formular los estados financieros básicos con base en las NIF, a saber:
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Balance general o estado de posición financiera.
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Estado de resultados.
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Estado de flujos de efectivo.
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Estado de variaciones en el capital contable.
Sin embargo, para formular estos estados financieros no sólo se deben observar las NIF para el registro de las transacciones económicas, sino que también esas NIF obligan, en su caso, a realizar trabajos adicionales para presentar adecuadamente la información financiera, entre otros, los siguientes:
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La reexpresión de los estados financieros (NIF B-10).
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La determinación y el registro de los impuestos diferidos (NIF D-4).
Por otra parte, es de señalar que uno de los postulados básicos de la contabilidad financiera es el de la devengación contable, el cual, en términos generales, indica que las transacciones, transformaciones internas y otros eventos deben registrarse en la contabilidad conforme se devenguen.
Por último, conviene destacar que independientemente de los registros contables, el contador tiene otras actividades relacionadas con los mismos, entre otras, las siguientes:
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Formular conciliaciones bancarias.
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Realizar arqueos de caja, en su caso.
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Levantar inventarios de mercancías.
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Depurar cuentas.
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Formular conciliaciones de cuentas por cobrar y de cuentas por pagar.
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Emitir auxiliares de cuentas y libros diario y mayor.
Si las empresas son subsidiarias, afiliadas, sucursales, etcétera, de compañías extranjeras, particularmente de Estados Unidos, además de la contabilidad financiera que deben llevar conforme a las NIF, los contadores deberán formular y presentar diversos informes y estados financieros a la compañía matriz extranjera; por lo anterior, prácticamente deben llevar otra contabilidad, pues con frecuencia, esos informes y estados financieros deben formularse aplicando los principios de contabilidad generalmente aceptados en Estados Unidos (USGAAP).
La Ley del ISR obliga a los diversos contribuyentes de este impuesto a llevar contabilidad conforme al CFF y su reglamento (en el caso de las personas morales del régimen general, artículo 86, fracción I).
En relación con el ISR, en el caso de las personas morales del régimen general, en términos prácticos la contabilidad financiera es útil para controlar y determinar este gravamen, pues también se basa en el principio de la de-vengación; sin embargo, los contadores deben cuidar los siguientes aspectos importantes:
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La ley establece diversas partidas que no son deduci-bles para este impuesto, pero se deben considerar para obtener los resultados contables; portanto, debe tenerse un cuidado especial para controlarlas, ya sea mediante cuentas de orden o en papeles de trabajo.
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La ley obliga a llevar la cuenta de capital de aportación (Cuca) y la cuenta de utilidad fiscal neta (Cufín) a las personas morales del régimen general; por consiguiente, aunque estas cuentas no son contables, se deben controlar mediante cuentas de orden o en papeles de trabajo.
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La ley obliga a determinar el ajuste anual por inflación, acumulable o deducible; en consecuencia, se debe determinar este concepto fiscal en papeles de trabajo y, en su caso, registrarlo en cuentas de orden.
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Frecuentemente, los métodos y las tasas para determinar la depreciación y amortización fiscales de activos fijos y otras inversiones no coincide con los métodos y porcentajes que se utilizan para obtener la depreciación y amortización contables, por lo que el contador debe tener especial cuidado en controlar estos conceptos, ya sea en papeles de trabajo o en cuentas de orden. Asimismo, se deben llevar expedientes de cada inversión para tener un control adecuado de las mismas.
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Si las empresas deciden aplicar en el ISR la deducción inmediata de inversiones, el contador debe observar lo mencionado en el punto anterior; además, la ley obliga a tener un registro específico de las inversiones que se deducen de forma inmediata (artículo 86, fracción XVII), en el que se deben anotar los datos de la documentación comprobatoria que las respalde, la descripción del tipo de bien de que se trate, el por ciento que para efectos de la deducción le correspondió conforme a la ley, el ejercicio en el que se aplicó la deducción y la fecha en la que el bien se dé de baja en los activos del contribuyente.
Al respecto, la descripción en el registro de dichas inversiones se deberá efectuar a más tardar el día en que el contribuyente presente o deba presentar la declaración del ejercicio en el que efectúe la deducción inmediata de la inversión, salvo que el bien se dé de baja antes de la fecha en que se presente o se deba presentar la declaración; en este caso, el registro del bien de que se trate se realizará en el mes en que se dé su baja.
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Con frecuencia, los momentos en que deben reconocerse los ingresos para efectos fiscales no coinciden con los momentos en que los mismos deben reconocerse para efectos contables; por lo anterior, debe tenerse un cuidado especial para controlarlos, ya sea mediante cuentas de orden o papeles de trabajo.
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En diversas ocasiones, los métodos para determinar el costo de ventas no son los mismos para efectos fiscales y contables; por tanto, los contadores deben llevar diversos controles y registros para el adecuado manejo de este concepto; ello también sucede cuando los conceptos que integran el costo de ventas fiscal son diferentes a los que integran el costo de ventas contable.
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