Cuatro escenarios

AutorLouisa Reynolds

CIUDAD DE GUATEMALA.- La violencia y la inseguridad que azota a los paí-_ ses que están en la ruta del narco-^^ tráfico puede llevarlos a abandonar unilateralmente la lucha contra las drogas. En el corto plazo, esta medida puede reducir las muertes vinculadas al narcotráfico, pero claudicar ante los cárteles de la droga implicaría un alto costo en el largo plazo: significaría convertirse en un "narcoes-tado", con puertas abiertas a la expansión de los mercados ilícitos y sus ganancias.

Este es uno de los cuatro escenarios planteados en los dos estudios realizados por la Organización de Estados Americanos (OEA), cuyo secretario general es el chileno José Miguel Insulza, en respuesta a la petición formulada por el presidente guatemalteco Otto Pérez Molina en 2012, durante la Cumbre de Cartagena.

Los estudios se difundieron durante la asamblea de la OEA que se realizó la semana pasada en Antigua Guatemala, bajo el lema "Por una política integral frente al problema mundial de las drogas en las Américas".

Los estudios, realizados por un equipo de expertos de cada país miembro, analizan detalladamente el estado actual del narcotráfico en la región. Con base en sus hallazgos plantean diferentes escenarios sobre los alcances y limitaciones de las diferentes alternativas de regulación y despenalización.

En el informe Escenarios para el problema de las drogas en las Américas, la OEA analiza cuatro escenarios que puede afrontar la región. Presenta los pros y los contras de cada uno. El cuarto -denominado por los autores como "Ruptura"- es el que tendría las peores repercusiones para la región.

Este escenario se daría en el caso de que un país donde el trasiego de estupefacientes genera altísimos niveles de violencia -como ocurre en los centroamericanos- decidiera reorientar los recursos destinados a combatir el narcotráfico a prioridades domésticas, dejando que los cárteles operaran con impunidad en su territorio.

De esta manera desaparecerían los en-frentamientos entre las fuerzas del orden y los narcotraficantes, con lo que la violencia se reduciría. El problema, señalan los autores del informe, es que al tomar esta medida de manera unilateral ese país se convertiría en un "narcoestado", donde se incrementaría notablemente el volumen de drogas que atraviesa su territorio, se fortalecería el crimen organizado y terminaría enquistándose cada vez más en el aparato estatal, aumentando su capacidad corruptora.

Otro escenario, de nombre "Juntos", concibe...

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