Cuarto sin Jacuzzi

AutorMarcela Turati

MURAL / Enviada

EL TEPHE, Hidalgo.- A la una y media de la mañana todavía hay ruido afuera del balneario de la comunidad de El Tephé, el lugar donde se hospedan los comandantes zapatistas que viajan a la Ciudad de México.

Los "zapatistas italianos" bailan abrazados de los hombros sobre el terreno lleno de piedras mojadas. Arrimados a una olla de café caliente, unos cegeacheros narran sus vidas. Un estadounidense toca su saxofón en un rincón, y el señor Andrés Contreras guarda en una caja los casetes con cantos de protesta de su autoría que, dice, lo han llevado 51 veces a la cárcel.

El panorama cambia tras el muro azul cielo. Adentro del hotel del balneario los comandantes zapatistas descansan de la jornada en carretera por zonas áridas de Puebla, Tlaxcala e Hidalgo, con sus múltiples paradas para saludar a la gente y transmitir el mensaje del movimiento hasta el final del día, cuando cayó una tormenta de aquellas que sólo se ven en la selva.

A decir de José Huerta, administrador del balneario, los líderes zapatistas fueron distribuidos en las habitaciones como dispuso Fernando Yáñez, el representante del EZLN ante legisladores, conocido por el Gobierno anterior como el comandante Germán.

El subcomandante Marcos finalmente no durmió en la habitación individual con jacuzzi de aguas termales que la comunidad de El Tephé había designado para él.

El estratega militar del Ejército Zapatista rechazó el cuarto con costo de 650 pesos la noche y durmió con sus compañeros en uno más modesto de tres camas individuales y cobija de lana con grecas de animales.

"A la mera hora él decidió dónde quedarse y se quedó en los cuartos de abajo", explica Angélica, la joven encargada del hotel, de pasillos iluminados y frescos, con vista a los jardines, las albercas y toboganes; un paisaje poco común en el Valle del Mezquital.

Los comandantes y los miembros del Centro de Información Zapatista que se encargan de la logística del viaje ocuparon 22 cuartos del balneario recuperado legalmente por comuneros de El Tephé en 1991, tras ser explotado durante 17 años por una empresa privada.

Pero no a toda la comitiva zapatista le tocó dormir. Algunos de los encargados de la logística del viaje montaron guardia toda la noche en los accesos a los cuartos ocupados por los líderes...

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