La crisis de la Autoridad Palestina

AutorTémoris Grecko

Una inusual victoria para los palestinos se ha convertido en un paso atrás para su propia causa: la crisis de finales de julio en la mezquita Al Aqsa de Jerusalén fortaleció a la jerarquía religiosa sobre la civil y a los partidos islamistas sobre los nacionalistas, particularmente a Hamás frente a Fatah.

Aunque la situación para el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu parece ser, en lo inmediato, más ominosa que para el presidente palestino Mahmud Abás, y ambos están reaccionando con medidas represivas contra los medios de comunicación, a nivel institucional la Autoridad Nacional Palestina (ANP) entró en una fase de debilitamiento en la que incluso se cuestiona su razón de ser, y se teme su desintegración.

Tanto Abás como el rey Abdalá de Jordania (quien está formalmente a cargo de administrar Al Aqsa) han expresado, por la vía de los gestos públicos, su hartazgo por el estancamiento del proceso de paz, la imparable continuación de las construcciones de colonias judías en tierras árabes, las ambigüedades de la política estadunidense de Donald Trump hacia Medio Oriente y por acciones contraproducentes, como las que llevaron a los enfrentamientos en la mezquita, que parecieron estar a punto de provocar una tercera Intifada.

A 24 años de los Acuerdos de Paz de Oslo, que se cumplen el 13 de septiembre y pretendían terminar con el conflicto mediante la creación de dos Estados independientes en convivencia pacífica, y a 50 años de la ocupación de Cisjordania por Israel, iniciada el 5 de junio de 1967, la credibilidad del proceso de paz casi ha desaparecido y la división entre los palestinos sólo juega a favor de quienes dominan sus territorios.

Triunfo inesperado

Para los árabes, la mezquita Al Aqsa es el sitio desde donde el profeta Mahoma habría ascendido al cielo, junto al arcángel Ji-bril (Gabriel), y es el tercero más sagrado para el Islam, después de la Gran Mezquita de La Meca y de la del Profeta, en Medina. Se encuentra en la Explanada de las Mezquitas, una colina con una superficie de 15 hectáreas, que para los judíos se llama el Monte del Templo y es el lugar más sagrado porque guardaría los restos del Templo de Salomón, destruido por los romanos en el año 70.

Desde la conquista de la Ciudad Vieja de Jerusalén por Israel, en 1967, se llegó a un acuerdo por el que la administración de la Explanada se mantendría a cargo de Jordania, mientras que la del Muro Occidental quedó en manos israelíes. Pero las disputas se han sucedido...

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