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Un crecimiento sin orden ni rumbo

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Vincent
AutorSergio Hernández

Terminar el Periférico, la vía corta a Puerto Vallarta, el macrolibramiento, el rescate del Centro Histórico, y tener una adecuada planeación del crecimiento de la ciudad, son temas de los que en cinco años mucho se ha hablado y poco se ha hecho.

El plan de ordenamiento de la zona conurbada de Guadalajara del año 2000, que actualizaba el vigente, de 1982, se fue al traste ya que no tuvo consenso y se quedó en la etapa de consulta final.

Ahora nadie hace caso del Plan de Ordenamiento vigente, el de 1982, y la ciudad crece sin control, principalmente hacia Zapopan en el valle de Tesistán, y hacia Tlajomulco, sobre el acuífero de Toluquilla, y menos hacia Tlaquepaque y Tonalá.

Es en Tlajomulco donde más ruido ha generado el crecimiento de la zona metropolitana, ya que los Ayuntamientos encabezados por Ernesto Díaz Márquez, ahora diputado local, y por Guillermo Sánchez Magaña, han autorizado muchos fraccionamientos, más de 40, sin que exista la infraestructura adecuada de vialidades, agua, alumbrado, seguridad y aseo público.

En cinco años la prolongación de la Avenida López Mateos se ha trastornado con la creación de fraccionamientos de lujo, que, sumados a las nuevas colonias de clase media, saturan la arteria que sigue teniendo los mismos carriles, pero ahora con una gran cantidad de vehículos.

Y es precisamente este medio de transporte el que más ha generado transformaciones en la ciudad. Mientras que en 1995 circulaban por Guadalajara 574 mil 975 unidades entre particulares y de servicio público, al cierre del 2002 se calcula que circulan 950 mil, según reportes oficiales de la Secretaría de Finanzas.

Este número de autos ha generado la necesidad de puentes y pasos a desnivel por todos lados.

En 1999 se habilitaron nodos en Mariano Otero y Washington, y en Los Cubos.

Otra importante obra vial ejecutada en este lustro, es la de Lázaro Cárdenas y Glendale, inaugurada el 21 de marzo de 1999; y el puente vehicular de Lázaro Cárdenas y Fuelle, que se abrió a la circulación en enero del 2001.

Hay ejemplos de obras fallidas como la solución vial propuesta en Calzada Independencia y Circunvalación, que el Ayuntamiento de Guadalajara canceló el 24 de noviembre del 2002, debido a que la obra no logró un consenso adecuado con los vecinos, por la imagen...

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