Crece anulación de matrimonios

AutorHéctor Alvarado

Con un porcentaje cada vez mayor, la nulidad del matrimonio religioso se ha disparado en los últimos años en Monterrey, afirmó ayer Ernesto David González, Juez del Tribunal Eclesiástico de Monterrey, órgano encargado de revisar las solicitudes de anulación en la Arquidiócesis de Monterrey.

Tras que el matrimonio religioso fue considerado por décadas como un vínculo difícil de romper, la realidad es que cientos de parejas acuden anualmente al tribunal eclesiástico para solicitar su desunión.

Aunque las cifras no son muy precisas, ya que muchas parejas desisten de la idea o no cumplen con las causas o requisitos para iniciar el trámite, González aseguró que al menos 400 procesos al año llegan a "feliz" término.

"La nulidad es un trámite muy frecuente que en los últimos años se ha disparado. Cualquier católico que tenga duda sobre la validez de su unión matrimonial puede ir al tribunal a presentar su caso; ahí se le orienta y si hay un causal se inicia un proceso", dijo el sacerdote.

El tema de la nulidad del matrimonio religioso sale a flote después de que el Presidente Vicente Fox se unió ayer por lo civil con su colaboradora Martha Sahagún, ambos divorciados y sin derecho a unión religiosa, ya que el Mandatario no ha obtenido su anulación.

González señaló que cuando una persona divorciada se vuelve a casar sin haber obtenido la nulidad, la Iglesia católica lo considera en situación de adulterio, pues él o ella están válidamente casados con la persona con la que se unieron frente el altar.

Las cada vez más recurrentes peticiones de anulación han obligado a que la Iglesia católica realice los trámites en sus diferentes arquidiócesis, con lo que agiliza el proceso, ya que anteriormente los casos se turnaban directamente a la Santa Sede.

"Ahora cada proceso tiene que pasar por dos instancias locales, que es el tribunal de origen, donde lo empezaron, y un tribunal alterno", explicó, "a menos de que hubiera problemas más fuertes, un caso pudiera pasar a una tercera instancia y con ello irse al Vaticano".

El sacerdote señaló que cada proceso tiene su grado de dificultad, dependiendo de las pruebas que se presenten, pues no basta que ambas partes involucradas deseen anular, ya que debe haber pruebas, testigos, interrogatorios y declaraciones.

Este proceso debe realizarse en un...

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