Coordenadas / Paradojas petroleras

AutorEnrique Quintana

Los altos precios de los hidrocarburos le pegan a los consumidores del sector privado por la elevación de las cotizaciones del gas natural, de la turbosina, del combustóleo y de algunos otros derivados del petróleo.

Le pegan a la Comisión Federal de Electricidad porque la mayor parte de la electricidad generada en el País se efectúa en plantas que utilizan gas como combustible primario. El director de CFE cuantificó ayer este impacto en cerca de 10 mil millones de pesos en un año.

Pero, ahora el colmo es que también le peguen a Pemex porque lo llevan a perder en la venta de gasolinas.

Hay dos razones para ello. La primera es el disparo en la cantidad de gasolina importada.

Entre el 2000 y el 2003, la proporción de la gasolina respecto al volumen vendido en el mercado nacional fue de 16.5 por ciento. En el 2004, incluso bajó ligeramente y se ubicó en 14.9 por ciento.

Sin embargo, en los primeros siete meses de este año, esa proporción creció a 23.9 por ciento.

El volumen de gasolinas importadas en ese lapso fue de 25 mil litros al día en promedio, una cantidad 66 por ciento superior a la del año pasado.

Ese hecho se ha combinado con un alza de los precios de la gasolina en EU sin precedente en los años recientes y el resultado ha sido que entre gasolinas, diesel y otros petrolíferos nos estamos gastando 17.5 millones de dólares diarios, una cantidad equivalente a poco menos de la cuarta parte de las exportaciones de petróleo crudo, con todo y los altos precios.

La segunda razón por la que el alza en los precios de los hidrocarburos le está pegando a Pemex es por el efecto que tiene sobre el IEPS que se aplica a las gasolinas.

La estructura impositiva de Pemex es sumamente compleja. Es un verdadero galimatías. Uno de sus componentes es el IEPS a las gasolinas, que no es una cantidad fija, sino variable. Se convierte en un factor de ajuste, una especie de amortiguador, para alcanzar el precio al público, que es prefijado por Hacienda.

El nivel de IEPS, en la medida que resulta un factor variable, es inversamente proporcional a los precios internacionales de las gasolinas, que se utilizan como referencia para calcular el precio doméstico.

Como regla, el precio doméstico de las gasolinas se encuentra por arriba de los precios internacionales de las gasolinas, por lo que el IEPS tiene un signo positivo. Es decir, de cada peso que pagan los clientes en las gasolineras, hay una parte que se va para Hacienda, en la forma de este impuesto.

Pero...

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