Control interno y monitoreo continuo
| Autor | José Luis Hernández Pastelín |
| Páginas | 22-23 |
22 MARZO 2015
CONTROL INTERNO
Y MONITOREO CONTINUO
BASE FUNDAMENTAL DEL PLAN DE CUMPLIMIENTO
Por José Luis Hernández Pastelín
Tener un proceso adecuado para monitorear el cumplimiento con la Ley Federal para la Prevención e
Identificación de Operaciones con Recur sos de Procedencia Ilícita es un factor importante para la organización
Sin duda, las organizaciones están com-
prometidas con el cumplimiento de la
Ley Federal para la Prevención e Identi-
ficación de Operaciones con Recursos
de Procedencia Ilícita (LFPIORPI), la cual establece
obligaciones para actividades económicas conside-
radas por la ley como vulnerables, y tiene por objeto
proteger al sistema financiero y a la economía nacio-
nal, estableciendo medidas y procedimientos para
prevenir, así como detectar actos y operaciones que
involucren recursos de procedencia ilícita.
Ante esta nueva ley y todas sus implicaciones es ne -
cesario que las organizaciones revisen y evalúen su
ambiente de control interno y cultura ética, con
la finalidad de determinar si están preparadas para
prevenir y mitigar riesgos derivados de la LFPIORPI,
además de verificar si cuentan con los procesos ade -
cuados para su cumplimiento.
Las organizaciones no solo deben revisar y analizar
la parte técnica y legal de la LFPIORPI, ya que estos
dos aspectos por sí mismos no lograrán su cumpli-
miento: el análisis de la operación y la capacitación
a los empleados que realizan las transacciones debe
ser un aspecto importante en la estrategia sobre
cumplimiento.
DESARROLLO
Al ser una nueva ley, las organizaciones deben pre-
pararse para incluir su cumplimiento en sus planes
de negocio y objetivos. Estos planes deben s er coor-
dinados por la Alta Dirección, ya que tiene la respon-
sabilidad de supervisar el establecimiento, la admi-
nistración y la evaluación de los procesos de gestión
de riesgos y control.
Por otra parte, debe involucrarse a los gerentes de la
organización y los auditores internos y externos; los
primeros tienen la responsabilidad de la evaluación
de los riesgos y controles, y los segundos proveen
aseguramiento sobre el estado de la eficacia de los
procesos de gestión de riesgos y control.
Esta nueva regulación implica que las áreas de cum-
plimiento y de control trabajen en conjunto para
crear planes, programas, definir controles e imple-
mentar un proceso de monitoreo.
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