El Control de las Empresas Transnacionales en las Naciones Unidas
YOLANDA FRIAS (*)
(*) Doctora en Derecho, Profesora Titular de Derecho Internacional, de la Facultad de Derecho de la UNAM y adjunta al Seminario de la Materia
Entre los más importantes fenómenos que ha afrontado el mundo en la segunda década de este siglo, está sin duda, el de tipo político económico que han desencadenado las llamadas empresas transnacionales, cuyo análisis histórico podría demostrarnos la existencia de antecedentes de procesos con las características de este tipo de empresas. Estos aspectos históricos que resultan de alguna manera ilustrativos para entender la panorámica del problema, quedan fuera de este estudio por no ser esenciales para la comprensión del tema que se desarrolla, así es que, a manera de introducción y siguiendo el acostumbrado orden lógico de exposición, valdría la pena empezar por decir algo sobre el nombre, que es nuevo y que ha presentado dificultades para su aceptación general.
Entre los términos utilizados con mayor frecuencia está el de empresas multinacionales o transnacionales e incluso supranacionales. Hay quien hace diferencias de grado y utiliza el término genérico de internacionales para describirlas, reservando el de transnacionales para aquellas empresas muy grandes y con intereses especialmente amplios. Otros autores, con más rebuscamiento, han preferido hacer una clasificación entre empresas etnocéntricas, es decir, orientadas hacia el país de origen; policéntricas, orientadas hacia el país de la filial y geocéntricas, con una proyección mundial.
Como quiera que sea, se trata de empresas que se proyectan fuera de las fronteras nacionales, que hacen negocios en dos o más Estados y quienes las dirigen adoptan sus decisiones en función de alternativas multinacionales.
Luego entonces, ¿en dónde estriba la problemática de las ET?
En los últimos años, un número considerable de estudiosos de la Economía se han dado cuenta de las profundas consecuencias que las ET tienen en el mundo de los negocios internacionales.
El valor total de la producción internacional por ellas controlado excede, en la actualidad, del valor del comercio internacional. Son sociedades que poseen y dirigen medios de producción o servicios fuera del país en que tienen su sede. No siempre se trata de sociedades anónimas; ni son siempre de propiedad particular, aunque una reciente tendencia ha tratado de darles un carácter más bien privado.
Cada empresa funciona como un cuerpo coordinado, dinámico y dirigido centralmente. Algunas permiten a sus filiales un alto grado de iniciativa y otras prácticamente ninguno. Pero sea cual fuere el sistema, la oficina central es el cerebro y las filiales son los miembros que desempeñan un determinado número de tareas asignadas.
Con un funcionamiento complicado, sus actividades pueden influir ya sea en el ámbito de lo económico, manejando grandes capitales y desarrollándose con mayor rapidez que muchos pequeños Estados; o bien, en el ámbito de lo político, implicando serios peligros para la soberanía estatal, sin olvidar que a últimas fechas estas empresas están tratando de obtener el reconocimiento de una personalidad jurídica que las coloque en plan de igualdad frente a los Estados.(1)
(1) Entre los actos que...
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